La cantante canaria Rosana llegará el próximo sábado a Murcia con el corazón "desabrochado" para ofrecer un concierto en el que "disparará" un "montón de canciones" desde el escenario del Teatro Romea con las que intentará provocar "un poco de esperanza, ilusión y sonrisas" a la gente, a la que encuentra últimamente "mucho más preocupada de lo normal".

Rosana ha ofrecido una rueda de prensa junto al concejal de Cultura del Ayuntamiento de Murcia, Rafael Gómez, para presentar el espectáculo que pondrá en escena el sábado a las 22,00 horas en Murcia, como parte de una gira internacional con la que ha protagonizado ya más de un centenar de conciertos en los que ha presentado su álbum más reciente, 'Buenos días, mundo'.

La cantante ha destacado que la sonrisa ayuda a hacer el camino "mucho más amable", pero considera que "no puede ser ficticia". Así, apuesta por compartir con la gente la opción de que la esperanza "sigue viva" y de que el mundo "puede dar a otro puerto más parecido al que todos queremos y, desde luego, más similar al que honestamente creo que todos merecemos".

Ha añadido que, cuando la gente entra a sus conciertos, "se nota si está más o menos triste", y considera curioso que, desde hace ocho o nueve meses "se nota más" que la gente accede preocupada, aunque "salimos todos muy sonrientes" de un espectáculo en el que promete risas, sudor y baile.

La cantante ha puntualizado que cada concierto es diferente, "no sólo por el sitio, sino porque una parte de cada espectáculo en el que el público escoge el repertorio, de forma interactiva". Entre los temas más demandados, ha manifestado que "hay de todo" pero, sobre todo, la gente le pide las canciones 'que no sea mañana', 'Magia', 'Quiéreme' y 'Tormenta de arena'.

En este sentido, ha afirmado que el montaje que ofrecerá en el Teatro Romea estará a medio camino entre los conciertos en los que se sube al escenario sólo con su guitarra y canta de una forma un tanto "anárquica", y aquellos espectáculos que ofrece para un gran auditorio en plazas de toros.

Así, en las tablas del Teatro Romea actuará junto con otras tres compañeros, un batería, un guitarrista y un bajista, para interpretar un concierto "enérgico pero intercalado de momentos íntimos, como si se tratara de una reunión con algunos amigos, en un salón, siempre con la sensación de cercanía que eso te da".

En este sentido, ha puntualizado que, en el escenario de un teatro es "probablemente donde las canciones más se parecen a la sonoridad que lleva el disco".

En este sentido, ha manifestado que, para ella, es muy especial transmitir la música de distintas maneras, y ha bromeado con que, si le dieran a elegir entre un formato u otro, probablemente escogería irse a su tierra a montar una escuela de surf. "No quiero hacer el trabajo por oficio, me gusta el cambio, me gusta la música y adoro el ser humano".

Rosana ha afirmado que le gusta regresar a Murcia, donde siempre viene a presentar sus trabajos, porque en la ciudad encuentra "muy buenos amigos, de esos pesados de verdad, y cada vez que me voy dejo a más gente a la que quiero volver a ver, y hay gente a la que no sólo le pongo cara, sino también nombre".

A lo largo de su trayectoria, Rosana espera haber aprovechado "algo" y haber aprendido "un poquito". Fundamentalmente, cree haber aprendido a hacer que la gente termine "riendo, bailando y sudando", pero reconoce no saber cómo ha terminado asimilando ese aprendizaje. "Afortunadamente, aún nos queda mucho por aprender", ha confiado.

"Rosana ha vendido más de 10 millones de copias de sus trabajos discográficos, y ha logrado destacar en el ámbito de la música por sus composiciones llenas de poesía. Tras 6 meses por América ( es de las pocas artistas españolas que ha hecho una gira tan extensa por el continente americano) y dos meses por España, Rosana sigue sumando conciertos a su gira "Buenos Dias, Mundo", con más de 100 directos. Desde noviembre de 2011 más de 150 mil personas han disfrutado de sus directos llenos de carácter, energía y "buen rollo".