La pintora cartagenera Rosana Sitcha expone desde ayer en la Casa Pintada de Mula Volátiles, una serie de retratos que tienen como elemento principal el aire, que quita el protagonismo al rostro como elemento central de las obras, que se expondrán en el Museo Gabarrón hasta el 11 de enero.

El proyecto Volátiles surge a partir de un largo proceso de investigación acerca del retrato, que tuvo sus inicios en la serie Meditaciones, que muestra a personajes de Cartagena que expresan sus miedos y sueños con la ciudad portuaria como telón de fondo; y continuó con Frágiles, una serie de retratos femeninos que tiene en común el agua que burbujea en torno a ellos.

El rostro de la mujer vuelve a inspirar Rosana Sitcha en esta serie que se exhibe por primera vez en la Casa Pintada y continúa con la idea de hacer referencia a uno de los cuatro elementos de la Antigüedad Clásica iniciada en Frágiles. Si en la serie anterior investigaba sobre la conjunción del agua con los semblantes de las mujeres retratadas y mostraba como resultado la fragilidad de sus rostros y un estado de meditación y paz producido por la tranquilidad que evoca el mar en calma; en Volátiles, la artista ha descubierto que el propio cabello, agitado por el viento, es el que compondrá y limitará perfectamente el espacio retratado.

Rosana Sitcha (Cartagena, 1981) es licenciada en Bellas Artes y su obra forma parte de numerosas colecciones públicas así como de de entidades culturales. Ha ganado diversos premios y ha realizados numerosas exposiciones individuales y colectivas en los últimos años.