Es ágil, ofrece soluciones narrativas cuidadas y en ocasiones hasta brillantes, pero no arroja demasiadas novedades sobre una historia que ya vimos a grandes rasgos en 2013, cuando ´Ahora me ves´ logró un éxito tan inesperado en las pantallas que rebasó los 300 millones de recaudación en todo el mundo, haciendo méritos para que sus productores se jugasen tres años después la baza de la secuela. Tiene, por tanto, recursos para interesar, pero no hay que ocultar que sus 130 minutos llegan a pesar porque el espectador ya sabe lo que se le viene encima. Y es que el criterio que se ha seguido no es otro que el de mantener una considerable fidelidad a la primera entrega.

Ha habido solo un cambio relevante, el del director, con Jon M. Chu sustituyendo al francés Louis Leterrier, mientras que en el reparto todos los personajes regresan de la mano de los mismos actores con la excepción de las incorporaciones de Lizzy Caplan, que interpreta a Lula y de Daniel Radcliffe, famoso por haber sido Harry Potter en la pantalla, que hace lo propio con Walter Mabry. Autor en sus primeras experiencias de musicales urbanos de irregular fortuna, caso de ´Street dance´ y ´Step up 3D´, el realizador Jon M. Chan, lanzado en los años posteriores a un cine de acción más espectacular aunque algo vacío de contenido, del tipo de ´G.I. Joe.La Venganza

´, ha mejorado en parte sus cualidades profesionales en su primer contacto con lo que puede convertirse en una serie.

Se ha aprovechado de los escenarios, que son sobre todo la antigua colonia portuguesa de Macao y Londres, pero ha jugado con destreza con nombres de prestigio en el reparto que han puesto su mejor voluntad. Así, Jesse Eisenberg, Mark Ruffalo y Woody Harrelson apuran un sentido del humor que se agradece y que refuerzan veteranos tan ilustres como Michael Caine y Morgan Freeman.