Comienza con signos poco prometedores que hacen pensar, una vez más, que la condición de debutante del director se va a imponer en el saldo final sobre las hipotéticas virtudes del proyecto, pero por fortuna la película, que va de menos a más, se recupera y entra finalmente en una dinámica más que aceptable.

Hay, por eso, algunos motivos que hacen pensar que el director Hatem Kraiche Ruiz Zorrilla, un zamorano de padre libanés, puede ocupar un lugar más o menos privilegiado en el cine español. De hecho, ya como guionista ha dado muestras de ello en dos trabajos cuando menos correctos, 'Retornados' y 'La cara oculta'. En su opera prima como director ha escogido un relato de ciencia-ficción que pretende aunar el realismo con el romanticismo de la mano del inevitable thriller.

Obligada a hacer de la soledad su única compañía, la joven Helena vive aislada en una nave espacial más de veinte años, inmersa en la disciplina de una misión sobre la supervivencia del ser humano de la que ni siquiera ella tiene apenas referencias. Por eso cuando por circunstancias imprevistas y casuales se tropieza con un hombre, Alex, que ha acudido en su ayuda para solucionar algunos fallos en el sistema, no puede evitar que el amor haga acto de presencia.

Para quien no ha gozado nunca de semejante compañía, el encuentro marca un antes y un después. Es más, de ese sentimiento tan fuerte nace en ella una rebeldía y una convicción profundas que le abren los ojos a una realidad que no tiene nada que ver con la que le habían contado. Por eso se siente engañada y se convierte en enemiga de quienes han explotado su inocencia y su sumisión.

Rodada en escenarios de Medellín y Bogotá en régimen de coproducción entre España y Colombia, lo mejor de 'Órbita 9' es que logra meter al público, aunque sea de forma paulatina, en el seno de una conspiración apoyada en la mentira que, curiosamente, le aporta el valor que requiere para salir adelante a pesar de las amenazas que se ciernen sobre ella. Estimable labor, finalmente, de Clara Lago, acompañada de un Alex González que conoce de sobra las claves del thriller.