La vuelta de Max Rockatansky es inminente. Esta semana se estrena Mad Max: Furia en la carretera, el regreso de la saga dirigida por George Miller en los 80 y protagonizada por Mel Gibson. ¿Será Tom Hardy un digno sucesor de Gibson? ¿Habrá sabido Miller actualizar la saga ochentera? La crítica ya tiene respuestas.

Está claro que 30 años no pasan en balde y a pesar de que Miller continúa al frente de la cuarta entrega de Mad Max, era necesario introducir algún cambio, empezando por el protagonista, que en esta ocasión es Tom Hardy. Además, las nuevas tecnologías son una ayuda inestimable para presentar al público escenas más espectaculares.

Varios críticos de medios internacionales han tenido ya oportunidad de ver la película, y las opiniones son, en líneas generales, bastante entusiastas. Justin Chang de Variety asegura que no es suficiente con decir que "mereció la pena la espera", para describir "las dos horas de ferocidad sin restricciones que nos ofrece Mad Max". Llega a decir que Fast & Furious parece un juego de niños comparado con esta película.

Por su parte, Todd McCarthy no escatima en adjetivos en The Hollywood Reporter y ensalza al director: "Se puede decir con total seguridad que este loco y extravagante entretenimiento de acción da una enérgica patada en el culo -y en otras partes de la anatomía- a cualquier película que haya hecho alguien de 70 años"

Un Big Bang cinematrográfico

Russ Fischer de SlashFilm describe la película como un "Big Bang cinematográfico". Señala que es más novedosa de lo que se puede esperar de cualquier secuela y en definitiva, "es el regreso triunfal de George Miller". En The Wrap, Alonso Duralde asegura que Mad Max: Fury Road podría ser "El ocaso de los dioses de las películas de coches".

En Cinemablend, Eric Eisenberg destaca que "es una película especial", accesible tanto para los seguidores como para los que nunca habían oído hablar de ella. "Es una tremenda experiencia cinematográfica, cortesía de George Miller, es una obligación verla", sentencia.

En la misma línea, Ian Nathan de Empire señala que es una "desafiante experiencia cinematográfica" y que "recuerda al trabajo de un visionario". Por su parte, Peter Bradshaw describe en The Guardian Mad Max como si fuera "una revisión de Grand Theft Auto realizada por El Bosco y con un toque de Abierto hasta el amanecer de Robert Rodriguez".