Traslada a la pantalla, con formato de manual, la experiencia en la maternidad de la autora de la novela, Eliette Abecassis, sin poder abandonar del todo una estructura demasiado forzada y, sobre todo, excesivamente «apañada». Falta por eso naturalidad en las imágenes, si bien hay en ellas destellos de humor que se agradecen y, sobre todo, una antología muy elaborada de los principales problemas que experimenta una mujer en el momento del embarazo, del nacimiento de su primer hijo, de los cambios fundamentales que experimenta la vida de la pareja con la llegada del bebé y con la inevitable crisis de convivencia.

El director Remi Bezançon, más brillante en El primer día del resto de tu vida, aporta una innegable sensibilidad a la historia, aunque no se desprende del carácter exagerado de manual didáctico de la misma.

El proceso que ha elegido el director nos lleva desde el momento en que Barbara y Nicolas se conocen y se enamoran hasta que, después de la felicidad del nacimiento de la pequeña Lea, la realidad adquiere un tono mucho menos idílico y brotan los síntomas de un distanciamiento progresivo que amenaza con llegar a la ruptura. Es un periodo largo que cambia radicalmente el clima de convivencia de la pareja, hasta el punto que el romanticismo, la felicidad y la pasión sexual de los primeros meses desaparece por completo.

Un panorama que se complica aún más con la presencia de las personas más allegadas, especialmente la madre y la suegra. Demasiado forzados, los personajes no son todo lo entrañables que sería de desear.

Está mejor, sin duda, Barbara, incorporada por Louise Bourgoin, cuyo esfuerzo por mostrar lo que experimenta su cuerpo y su mente al ser madre hay que valorarlo como se merece.