Cinco años más tarde, Daniel Monzón acude de nuevo a los Premios Goya con una idéntica cifra bajo el brazo: 16 nominaciones, el mismo número de candidaturas con las que compitió 'Celda 211' en 2010 y también la cantidad "contundente" a la que aspira ahora 'El niño'. En aquella ocasión, su cinta se hizo con un total de ocho galardones, entre ellos, el de Mejor Director. Esta vez, el cineasta se conforma con este "halagador" total y reivindica la "obra de equipo" que es esta película.

Según ha indicado durante una entrevista concedida a Europa Press, los colegas americanos se echaron a reír cuando él les confesó el presupuesto de 'El niño', un thriller con buenas dosis de acción que narra una historia sobre narcotráfico. "Nunca habría sido posible sin la entrega y el talento del equipo, estos premios celebran esa labor de equipo", resalta.Monzón acudirá a esta gala, que tendrá lugar en el Centro de Congresos Príncipe Felipe de Madrid y será conducida por el humorista Dani Rovira, con un "espíritu bastante zen". "Si nos dan un premio, bien. Si no, parto de que estoy satisfecho, ya la considero premiada. Desear más sería un pecado", ha admitido.

El cineasta tiene motivos para estar contento: 'El niño' fue la segunda película más vista de 2014 en España, por delante de cintas como 'El amanecer del planeta de los simios' o 'Malefica', y solo superada por 'Ocho apellidos vascos'. Su éxito se enmarca, además, en el éxito general del cine español, que logró el pasado año una cuota de pantalla del 24,9 por ciento. A esto se suma, en opinión de Monzón, la "disparidad de géneros" que ha ofrecido el cine nacional.

Por ello, el director de 'El niño' desea que los premios lleguen a algunos compañeros que poseen un "talento extraordinario" y que "nunca han recibido un Goya". Ese es el caso de Carles Gusi, nominado a la Mejor Dirección de Fotografía, una "leyenda del cine español", en palabras de Monzón, que ha realizado alrededor de 200 películas y que es responsable del "realismo" que se respira en 'El niño' y en 'Celda 211'.

De la misma forma, destaca el trabajo del director artístico, Antón Laguna, nominado en esta categoría, quien ha "mimado" la película "al detalle" y eso ha tenido como resultado una gran "autenticidad". Entre los ejemplos, cita el tipo de marcas que se ven en los fardos de droga --"el mismo que en la realidad"-- o los "contrastes brutales entre el lujo obsceno y los barrios deprimidos" que aparecen en el filme.

"Podría decir lo mismo de todos los miembros de equipo, que han trabajado para conseguir un objetivo: crear un fresco del narcotráfico, casi documental, sobre el tráfico en el estrecho, un asunto que se conoce por la prensa al que queríamos poner cara y ojos y mostrar qué hay detrás", ha añadido.Daniel Monzón contesta a las preguntas de este medio casi al mismo tiempo que ayuda a su hija con los deberes de las matemáticas. "Es un tres", le corrige al tiempo que comienza esta entrevista.

A pesar de sentirse satisfecho con las nominaciones, no consigue esconder la alegría que suponen para él estas nominaciones y se percibe que su ilusión es la misma que la de un niño pequeño: "Ya llegan los reyes", señala a pocos días de la gran cita.Sin apenas ser preguntado por ello, Monzón se apresura a destacar el trabajo de sus compañeros en la nominación a la Mejor Dirección. Monzón destaca el trabajo de 'Magical girl', una película "hipnótica" cuya nominación podría significar "premiar un talento nuevo".

En cuanto al trabajo de Alberto Iglesias --"un buen amigo"-- en 'La isla mínima', el cineasta resalta la "atmósfera subyugante" de la cinta. De 'Loreak' subraya la "sensibilidad y el lirismo exquisitos" de la película. Premiarla, ha dicho, significaría "reconocer un tipo de cine maravilloso que se hace en España, con una producción contenida y una sensibilidad nada contenida, sino desbordante". "Además, en euskera, que no es lo común", ha añadido.

Preguntado acerca de la confirmación de asistencia por parte del ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, Monzón ha señalado que los Premios Goya es "uno de los grandes acontecimientos del año en el terreno cultural, al igual que una entrega importante de un premio literario o pictórico y, por tanto, considera "normal" que tenga quiera ir a esta celebración.