Antonio de la Torre ha destrozado esta noche el tópico que asegura que no se puede ser profeta en la propia tierra al ser el primer malagueño que recibe el Premio Málaga en el Festival de Cine Español, galardón que ha atribuido con la misma contundencia que otorga a sus personajes: "Este premio es del amor".

Nathalie Poza y Raúl Arévalo han sido los encargados de conducir en el Teatro Cervantes la gala de homenaje a un actor que, como han afirmado, "no descansa nunca" y que empezó en esta ciudad "a soñar con ser periodista deportivo", su primera profesión.

Un vídeo ha recordado algunos de sus trabajos más destacados, en las películas "Caníbal", "Gordos", "Azul oscuro casi negro", "Balada triste de trompeta", "Grupo 7", "Primos" o "La gran familia española".

Hasta ocho amigos y compañeros de profesión han salido al escenario para glosar la figura de Antonio de la Torre, como la actriz Cuca Escribano, que le ha calificado como "un grande que no se conforma con poco" y le ha agradecido haber entregado a su público "personajes maravillosos".

La guionista y productora Aurea Martínez ha recordado las conversaciones en sus inicios en las que De la Torre le preguntaba si le consideraba un buen actor, y Miguel Ortiz ha relatado cómo lo conoció hace más de veinte años "con ganas de comerse el mundo".

El productor José Antonio Félez lo vio por primera vez poco antes de rodar "Primos" y vio a un actor "capaz de llevarte de la risa a la congoja en segundos", comprobó cómo fue capaz de ganar treinta kilos para trabajar en "Gordos" y le ha calificado como "un lujo para el cine español".

El último en intervenir ha sido Álex de la Iglesia, que le dirigió en "El día de la bestia", "La comunidad" y "Balada triste de trompeta", película esta última en la que ambos tuvieron "sus más y sus menos", ha revelado el director.

"Me propuso traer a Daniel Sánchez Arévalo para que terminara bien una secuencia y me dejó derrotado", ha recordado De la Iglesia, que ha admitido que en ese rodaje discutían "mucho, pero Antonio tenía razón el 99 por ciento de las veces".

Pese a que los directores tienen "la manía de creerse dueños de sus películas", en ese rodaje De la Torre le dio "una gran lección, que él es el dueño de su personaje", ha añadido Alex de la Iglesia.

El propio cineasta vasco ha entregado la Biznaga del Premio Málaga a un emocionado Antonio de la Torre, que ha recibido una ovación de varios minutos con los espectadores puestos en pie.

"Actuar es vivir, y se es como actor como se es como persona. El actor que soy tiene que ver con el chaval que se fue de aquí con 18 años", ha asegurado De la Torre.

Ha dedicado el premio a su padre, "que con 3 años se quedó huérfano y a los 12 se puso a trabajar", y a su madre, "a la que quitaron de estudiar", y les ha agradecido a ambos que le legaran "la herencia de la voluntad" y que "soñaran que un mundo mejor era posible para sus hijos".

"Este premio es del amor", ha aseverado Antonio de la Torre, que ha besado las tablas del escenario del Teatro Cervantes entre los aplausos del público.