Cuando llegó a Dawson crece, la serie que la hizo famosa, Michelle Williams (Montana, 1980) ya era una veterana de la pantalla pese a su juventud. Pareja en su día del fallecido actor Heath Ledger, padre de su hija, hoy es una de las estrellas más versátiles de Hollywood. Con tres nominaciones al Oscar, protagoniza Suite francesa y tiene dos filmes independientes por estrenar.

¿Cómo elige sus papeles?

Mi proceso a la hora de tomar decisiones es muy simple: en vez de sopesar las cosas, de hacer listas o pedir consejo a amigos y colegas... sigo lo que me dice el corazón.

¿Cómo es un día en su vida cuando no está trabajando?

Es exactamente eso, un día. Me levanto un poco antes que Matilda para tenerlo todo listo. Ella me ha enseñado a despertarme pronto, porque si fuera por mí me quedaría despierta toda la noche. He probado a trasnochar y levantarme temprano, pero no funciona, me despierto de mal humor. Y esa no es la forma de llevar la vida.

¿Y luego?

Desayunamos juntas, la llevo a la escuela, hago las compras, cocino, limpio y luego la recojo. Todo pasa por crear una casa cálida, de la que se acuerde cuando sea mayor. Soy consciente de que todo lo que haga bien hoy servirá para que no se olvide de esta época en el futuro.

¿Es algo que exige mucho trabajo?

No, en absoluto. Todo pasa por hacer que las cosas sean suaves, familiares, tentadoras y deliciosas. Me encanta ser su mamá. Disfruto mucho de ocuparme de la casa. Es algo que está más cerca de mi naturaleza que actuar, viajar y vivir en distintos lugares. No estoy hecha para eso, pero así es mi trabajo.

¿No añora actuar, desde su casa?

Para nada. Soy muy feliz en casa. Y también debo ser honrada. Yo soy Virgo, soy una perfeccionista y me resulta muy difícil trabajar bien en una película y a la vez ser la clase de madre que quiero ser.

¿Sería capaz de retirarse?

Sin duda. Tengo una total sensación de saciedad hacia mi profesión. Desde niña he tratado de ser cada vez mejor. Y he llegado mucho más lejos de lo que imaginé. He enfrentado desafíos inimaginables para mí que me han inspirado tremendamente, aun cuando yo era la que hacía llegar el material más lejos.

¿Cuándo comenzó a sentirse así?

Desde que hice ´Brokeback Mountain´. Sentí que lo había hecho todo, que ya podía retirarme. Que podía morirme feliz si no hacía otro filme; ya era feliz. No necesito más, no soy ambiciosa. Sé que suena raro, pero no necesito mucho para ser feliz. Mis expectativas son bajas. Si no me llamaran más para filmar, no derramaría ni una sola lágrima.

¿No sentiría que el público se pierde su talento?

No. Yo no trabajo salvando vidas. No soy tan especial. Creo sinceramente que sería más útil como buena madre que como una buena actriz.

¿Cómo afrontó la muerte de Heath Ledger?

Me tomé vacaciones y me alejé de todo durante un año. Fue el principio de reconstruir mi proyecto de vida. Y aprendí a pedir ayuda. Estuve rodeada de buenos amigos y cosas sencillas que me ayudaron a salir adelante: una taza de té, un baño caliente, el canto de un pájaro...