El Congreso ha convalidado hoy el real decreto ley que modifica la Ley del Cine de 2007, que fue aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 14 de mayo. La nueva norma sustituye las ayudas procedentes de lo recaudado en taquilla (ayudas a la amortización) por ayudas anticipadas.

Los productores conocerán así de antemano la cantidad de dinero público con el que contarán, sin tener que esperar, como ahora, hasta tres años para poder cobrar. Este nuevo modelo entrará en vigor a partir de 2016, aunque convivirá con el anterior modelo hasta 2018, cuando terminarán los pagos por las ayudas a la amortización.

El sistema de acceso a estas ayudas será mediante una fórmula de puntuación automática lo más objetiva posible. Se tendrán en cuenta la distribución, el tipo de producción, el lugar de rodaje, las expectativas de crear empleo y la financiación del proyecto, entre otras cosas.

La ayuda máxima que podrá recibir un productor nunca podrá superar los 1,5 millones de euros ni el 50% del coste de la película, y se recibirá en tramos desde su aprobación hasta el estreno del filme.

Junto a estas nuevas ayudas, dirigidas principalmente a proyectos comerciales, se mantienen las subvenciones a películas especiales, de un mayor calado cultural.

Por otro lado, el Gobierno aprobó un crédito extraordinario de 16 millones de euros para el pago de las ayudas a la amortización de largometrajes correspondientes a 2014 y 2015. Los 16 millones de euros engrosarán el Fondo de Protección de la Cinematografía de este 2015, que pasa de 36,5 millones de euros a 52,5 millones.