El cine en blanco y negro es, a día de hoy, una elección que vemos como una nota de autor, un toque vintage o retro, una opción que implica en sí misma una elección sobre la forma de hacer y entender cine. Pero esto no siempre fue así.

Y es que, pese ya existir el cine en color, durante muchos años el uso de las tonalidades era un lujo que un estudio sólo podía permitirse en las producciones más potentes de la época.

Por ello, Lewis Bond ha creado un interesante vídeo donde explica en 16 minutos la importancia de la elección cromática en los códigos de narración visual de las películas. Titulado Colour in Storytelling, el ensayo de Bond empieza destacando la selección de los colores que utilizó en su momento Georges Méliès, uno de los padres del cine.

Con Méliès de base, el vídeo continúa explicando cómo los colores son esenciales para poder conectar con los personajes o con los diálogos. Las espadas láser de Star Wars describían, sólo con sus colores, todo lo que se necesitaba saber acerca de sus personajes.

Los tonos pastel del cine de Wes Anderson, por ejemplo, invitan a entrar en su singular estética que, de haber utilizado tonos más vivos o apagados, no hubiera sido tan sencillo. Las tonalidades rojas que abundan en el cine de Almodóvar indican peligro, provocación, pasión, elementos propia de su filmografía.

O el ejemplo más palpable, el de la trilogía de los Tres Colores de Krzysztof Kieslowski, donde el azul, el blanco y el rojo representaban tanto las sensaciones de los personajes como los ideales de la República francesa.

Un interesante vídeo que analiza los colores en el cine de todo el mundo. Desde aquel que se factura en los grandes estudios de Hollywood como ese cine europeo más autoral, pasando por el cine de animación o el de vanguardia asiático.