El premio al remake más innecesario de la historia del cine reciente ya tiene nuevo candidato. Se trata de Memento, el thriller que lanzó la carrera del ahora afamado director Christopher Nolan. Estrenada hace 15 años, la cinta fue nominada a dos Oscar y está considerada una de las mejores películas de la historia.

Las encargadas de llevar de nuevo a la gran pantalla esta historia son Andrea Iervolino y Monika Bacardi, de AMBI Pictures, según publica The Hollywood Reporter. La compañía también se ha hecho con los derechos de varias películas como Donnie Darko, Crueles intenciones o Dos vidas en un instante.

Bacardi ha confesado a través de un comunicado que es todo un reto llevar a cabo este remake y quiere tranquilizar a los seguidores del director asegurando que serán fieles a la cinta de Nolan.

"Memento es una obra maestra que deja al espectador tratando de adivinar lo que ocurre, no sólo durante la película, sino también después, lo que refleja su enfoque atrevido. Intentaremos mantenernos fieles a la visión de Christopher Nolan y presentar un película memorable, que sea tan vanguardista, icónica y merecedora de premios como la original", afirma Bacardi.

Además, la productora reconoce que realizar un trabajo a la altura de la cinta original "es una gran responsabilidad" aunque espera compensarlo con la gran "emoción y motivación" que supone "traer de vuelta a la vida y la mente de los cinéfilos este puzzle".

Protagonizada por Guy Pearce, Memento relata la historia de un hombre que está buscando al asesino de su mujer y que sufre una rara enfermedad de la memoria que no le permite crear nuevos recuerdos. Así, el personaje de Pearce va tatuando en su cuerpo los elementos clave para dar con el asesino mientras Nolan, en un genial ejercicio de estilo, va narrando su historia secuencia por secuencia, pero en orden cronológico inverso.

Memento fue nominada a dos Oscar por su guión y edición. Con un presupuesto de 9 millones de dólares, la cinta de Nolan recaudó en todo el mundo casi 40 millones de dólares, convirtiéndose en un taquillazo de corte independiente.