¿Que habría ocurrido en un universo paralelo en el que George Lucas en lugar de haberse focalizado en la saga de Star Wars hubiese realizado otros proyectos tras American Graffiti? Ésta es la interesante pregunta que se plantea el director Francis Ford Coppola durante una entrevista con Vanity Fair.

En éste hipotético universo paralelo, la industria hollywoodiense estaría menos obcecada en remakes, reboots, precuelas y secuelas, y la industria cinematográfica tendría mayor espacio para nuevos (e innovadores) proyectos. Y sin duda George Lucas sería uno de los mayores artífices de la innovación audiovisual. Así es como ha contestado Coppola a tan interesante hipótesis.

"George [Lucas] es una especie de genio, pero creo que es una pena que estuviera tan [absorbido en esa franquicia].", comenta Coppola en la entrevista acerca de su socio co-fundador de American Zoetrope. "Espero que George no se ofenda, pero la verdad del asunto es que Star Wars nos costó 10 películas nuevas de George Lucas que podrían haber sido maravillosas".

El director también comentó la importancia para un director de 'pegarse el batacazo' en referencia a su obra más alabada: El Padrino. El éxito de El Padrino trajo a la vida de Coppola prestigio, dinero y la capacidad para hacer casi cualquier película que se le antojase. Sin embargo también le encasilló en una serie de valores, de caracteres y de planos, que le marcaron durante el resto de su carrera.

Para Coppola, el éxito de El Padrino supuso un arma de doble filo. A la vez que le ofrecía libertad casi total, le obligó a enmarcarse dentro de un tipo de cine. Esto supuso para el cineasta un 'gran batacazo'. "Steven Spielberg es una persona maravillosa y un realizador brillante", comenta el director de Apocalypse Now, "pero necesita 'pegarse el batacazo'. Podrías ser David Fincher, o podrías ser cualquiera, pero tarde o temprano necesitarás 'pegarte el batacazo'. Todo el mundo debería tener una divertida relación con el 'fracaso'", añadió Coppola.

Lucas se divorcia de 'Star Wars'

George Lucas, el indiscutible creador de Star Wars, decidió vender su franquicia a Disney en 2012 por 4 mil millones de dólares. Pese a haber mostrado su interés en dirigir las que se convertirían en las secuelas de su trilogía original, Disney decidió desvincularle de la saga por no estar de acuerdo con las ideas del director.

"Ellos no estaban interesados en que yo me involucrase. Así que de todos modos decidí apartarme y no molestar, porque no van a hacer lo que yo quiero que hagan", declaraba George Lucas en una entrevista a raíz del estreno de Episodio VII. "Ya no tengo el control para hacer eso nunca más, y todo lo que hubiese hecho a partir de ahí habría sido porquería. Decidí desvincularme y seguir mi camino".

Tras varias polémicas y conflictos respecto a este tema entre Lucas y Disney, finalmente Star Wars 'ha vuelto a la vida' con el Episodio VII. Y son muchos los proyectos que Disney tiene para la franquicia (empezando por el spin-off Rogue One, que se estrenará esta Navidad). Sin embargo, aunque las aventuras continúan en la galaxia, poco o nada tendrán que ver con las películas originales creadas por el genio de la ciencia ficción. Al fin y al cabo, su obra hace mucho, mucho tiempo, que dejó de ser responsabilidad suya.