Anton Yelchin, uno de los rostros jóvenes con más proyección en Hollywood ha fallecido a los 27 años de edad de forma verdaderamente inesperada. El actor ruso, que había forjado una sólida carrera en la industria estadounidense durante años, saltando poco a poco del cine de corte más independiente hasta los blockbusters millonarios, se perfilaba como uno de los nombres a seguir en las próximas décadas.

Lamentablemente su carrera, como la de tantos otros, se ha visto truncada de forma abrupta tras un extraño y fatal accidente que ha tenido lugar en su domicilio del valle de San Fernando, en Los Ángeles (California). Pero en su corta carrera Yelchin dejó un buen puñado de títulos remarcables a sus espaldas y algunos trabajos notables. Los recordamos:

Delitos Menores (2004)

El entonces jovencísimo intérprete ruso formó parte clave del debut en la dirección de David Duchovny, el famoso agente Fox Mulder en la serie Expediente X, en este atípico drama en el que compartió cartel, además de con el propio Duchovny, con Robin Williams y la hija de éste, Zelda.

Star Trek (2009)

Apadrinado por J.J. Abrams, el reinico de la legendaria saga trajo consigo una nueva generación de protagonistas. Yelchin formó, junto a nombres como Zachary Quinto (Spok), Chris Pine (Kirk) o Zoe Saldana (Uhula) parte de este nuevo grupo de protagonistas. El actor, que no llegará a ver en cines la tercera entrega de la remozada trilogía, dio vida al ingeniero Pavel Chekov en la nueva era de Star Trek, tomando así el relevo de Walter Koenig.

Noche de miedo (2011)

Otro de sus primeros papeles protagonistas en Hollywood fue el remake de esta cinta de terror aderezada con buenas dosis de humor negro en la que compartió planos con Colin Farrell. No sería su último contacto con el mundo de los vampiros...

Like Crazy (2011)

Muy posiblemente su papel más brillante lo firmó a las órdenes de Drake Doremus en este drama atípico, intenso y de descorazonador final que protagonizó junto a Felicity Jones. Una cinta que, entre otros reconocimientos, se alzó con el Gran Premio del jurado en el Festival de Cine de Sundance.

Solo los amantes sobreviven (2013)

En el particularísimo y decadente universo vampírico creado por Jim Jarmusch. En el ruinoso Detroit por el que deambulan Tilda Swinton y Tom Hiddleston su rockero fue una efímera inyección de energía que hacia bueno el título del filme.