"No creo que siga siendo un sex symbol, sino sólo una curiosidad", ha manifestado el actor Hugh Grant este domingo durante una rueda de prensa celebrada en la 64 edición del Festival de San Sebastián, que proyecta en la sección Perlas el filme que protagoniza junto a Meryl Streep 'Florence Foster Jenkins'.

Esta película, dirigida por Stephen Frears, está ambientada en 1940 y cuenta la historia real de una heredera de la alta sociedad neoyorquina, cuyo sueño era convertirse en cantante de ópera, a pesar de poseer una voz horrible. Su marido y manager, el actor y aristócrata inglés St. Clair Bayfield, está dispuesto a protegerla.

El actor ha confesado haber investigado más que nunca para este papel, puesto que tanto trabajar con Frears, un director cuyo método es dejar que "las cosas sucedan", al estilo de Woody Allen, según ha apuntado, como con la oscarizada y tantas veces nominada Streep, alguien "con genio e inteligente", consiguieron sacar a la superficie sus nervios.

"Leí diarios y cartas que se han conservado y lo que me sorprendió mas fue que durante su vida y hasta la muerte escribía aunque fuera para conseguir un papel en una obra de teatro, algo clave porque quería que la gente supiera que con este historial había un actor trágico por debajo sin trabajo", ha dicho.

No obstante, quita hierro a la trascendencia de la profesión cuando le preguntan acerca de las declaraciones tanto de Ethan Hawke como de Gael García Bernal cuando este sábado en el festival han manifestado sentir el cine como una "religión" o un "acto de fe", respectivamente. "No podría decir que es una cuestión religiosa, pero intento hacer lo mejor para que las películas parezcan entretenidas y no tontas. Son un entretenimiento", ha dicho.

Galán romántico

Hugh Grant ha destacado que su reinado en la comedia romántica, con películas como 'Cuatro bodas y un funeral' o 'Notting Hill, simplemente llegó un buen guión y lo aceptó. En este sentido, ha añadido que lo fácil es "interpretar papeles de malos", porque el "héroe" y el "galán romántico" puede ser "muy aburrido y mal educado" y no cree que siempre haya tenido éxito a la hora de interpretar estos papeles.

Preguntado por su ausencia en la tercera parte de 'Bridget Jones' ('Bridget Baby', recientemente estrenada en España), el actor británico ha indicado que le pidieron "muchísimas veces" que apareciera en esta nueva cinta e incluso llegó a trabajar con ellos en el guión, pero ha afirmado que tuvo la sensación de que su papel no iba a funcionar y decidió apartarse de proyecto.

En cuanto a las cuestiones que afectan a su país, Grant ha rechazado hacer ninguna declaración acerca del Brexit, después de hacer una pausa y suspirar. "No, no, eso me agota, no voy a hablar de ello", ha dicho.

En referencia a la industria británica de cine, el intérprete ha señalado que no sabe lo que ocurre con la cinematografía del país, pero "no es la misma" que la que existía en el momento en el que se estrenó 'Remando al viento' (1988), de Gonzalo Suárez, película con la que visitó por primera vez el Festival de San Sebastián, aunque ha reconocido no acordarse de nada.

"El glamour no es el mismo que hace 20 o 30 años. Me preguntan por qué no hago televisión, pero no tengo ganas, me gusta agarrarme a la idea del cine glamuroso de antaño. La mejor televisión nunca se podrá asemejar al encanto del cine", ha sentenciado.

El actor, que acaba de cumplir 56 años, ha afirmado que lleva 30 años con la intención de dirigir, pero cree que aún no le ha llegado el momento. "Me estoy haciendo viejo pero nunca se sabe", ha manifestado.