El actor Ernesto Alterio, cuya última película, "Infancia clandestina", ambientada en el contexto de la dictadura argentina y que se estrenó en el Festival de Cannes, cree que España "tiene que reelaborar su historia y aprender de ella".

"He vivido toda mi vida en España, me siento más español que nada, y por eso puedo decir que España tiene que avanzar mucho en el sentido de reelaborar un poco su historia y aprender de ella", dijo a Efe.

"En Argentina es un hecho que se ha avanzado mucho en ese sentido", comentó en relación con la historia que aborda la cinta que dirige el argentino Benjamín Ávila, un relato desde la visión de un niño de 12 años, hijo de una pareja de montoneros que regresan del exilio a su país en 1979.

El protagonista infantil vive su edad en una clandestinidad que le obliga a disimular su identidad en el colegio y a compartir con sus progenitores y su tío un ideario político que define la trama de una historia que une el relato de un momento histórico con la visión y las inquietudes propias de un niño que despierta al mundo y se acerca a la juventud.

"Sí, se puede decir que los argentinos le dan muchas vueltas a todo, pero han podido elaborar un suceso, algo que pasó en su propia historia y se sigue dándole vueltas y creo que eso ha contribuido a sanear un montón de cosas", estimó Alterio a propósito de esta cinta, que propone una aproximación inusual al fenómeno de la dictadura militar argentina (1976-1983).

"Y yo creo que eso viene bien, poder elaborar ciertas cosas para pasar a un lugar de más unión, de no tanta crispación, un lugar más sano, más transparente", comentó Alterio al ser preguntado a partir del asunto que trata la película, en la que interpreta a Beto, tío del protagonista infantil, Juan, que encarna Teo Gutiérrez Moreno.

"Se habla mucho de transparencia pero hay muchas zonas opacas y oscuras", dijo el actor nacido en Buenos Aires.

Sobre su papel en esta cinta -presentada en la Quincena de Realizadores, sección paralela del Festival de Cannes- contó que cree que la historia "gira en torno obviamente al chaval, el punto de vista de este niño de doce años (...) pero el personaje (el de Alterio) responde al arquetipo del tío, en el cual se apoya mucho el niño".

"Más allá de todo el contexto sociopolítico de la película, cuenta la historia del paso de un chaval de la niñez a la adolescencia y yo creo que en ese tránsito es muy importante la figura del tío, incluso más que la de los padres", contó.

"Me ha hecho acordarme mucho de mi propio tío", rememoró Alterio, que dijo que en la cinta se abordan "los tránsitos en la vida de un niño hacia el adulto".

"Yo creo que lo que tiene de novedoso es el punto de vista de un niño de doce años y que es una historia contada por esa misma generación. Y eso imprime una mirada desprendida de ciertas cosas de culpa de la generación anterior hacia esta".

"Es una mirada muy interesante que creo que va a tener su efecto, sobre todo en Argentina cuando se pase", opinó el actor.

Cree que lo interesante de la cinta "es que está contada desde un lugar muy humano, un lugar de las emociones más allá de las ideas, desde un lugar donde colabora con unir, con conciliar".

"No entra en un lugar estrictamente político, que siempre va a dividir. Sino que habla desde el punto de vista de las emociones. Es algo que sí que podemos rescatar en España porque es un momento que vemos que las ideas nos están dividiendo".

"Yo por lo menos creo que es importante otro punto de vista, que tenga que ver más con las emociones", afirmó Alterio, que dio un salto a Cannes desde Oviedo, donde interpreta en el teatro, de gira por España, la obra "Yo, el heredero".