Nicole Kidman, Matthew McConaughey, Zac Efron y John Cusack son lo mejor de "The Paperboy", un filme de Lee Daniels presentado hoy en la competición oficial de Cannes con una historia violenta de racismo y abusos en el sur de Estados Unidos a finales de los años sesenta.

Daniels retomó el proyecto de adaptar la novela del mismo título de Peter Dexter que antes estaba en manos de Pedro Almódovar. "En Hollywood las películas cambian fácilmente de director o de actores", explicó en una rueda de prensa el realizador de "Precious".

Y le atrajo porque contenía unos "personajes únicos" que retrataban a personas que el director conoce en la vida real. Su hermano estuvo en la cárcel por asesinato, su hermana escribía a presos, su familia fue sirviente de ricos blancos durante mucho tiempo y él, como homosexual, vivió los problemas de ser visto en público con hombres blancos.

Todo eso es lo que cuenta "The Paperboy", una historia en la que un periodista (McConaughey) regresa a su casa en un pueblo de Florida, acompañado de un compañero negro, para investigar la condena a muerte de un hombre (Cusack) por haber matado a un sheriff.

Su hermano (Efron) le ayuda y en medio está una mujer que se ha enamorado del condenado sin haberle visto, a la que interpreta Kidman en un papel a medio camino entre la inocencia y la perversión en el que la actriz realiza una fantástica interpretación.

Una mujer que vive su sexualidad de forma muy abierta para el ambiente opresivo de la Florida de 1969 en el que se desarrolla una historia que recuerda mucho a otras tantas ya vistas en cine. Y unas escenas sexuales que "extrañamente" no le hicieron sentir incómoda a la actriz.

"Me gusta avanzar y dar un paso más hacia un lugar en el que no he estado y mirarme a mí misma" y "buscar algo más arriesgado en términos de interpretación", explicó Kidman, que apareció en la rueda de prensa con un vestido rojo brillante que contrastaba con su tremenda palidez.

Una película que quiso hacer porque le había encantado "Precious" y deseaba ponerse en las manos de Daniels "para ver qué sacaba" de ella. "En mi trabajo no me impongo censuras, no enjuicio a los personajes. Trato de darles verdad".

Y para lograrlo, habló mucho con Daniels, se hizo ella misma el corte de pelo que luce en la película y, sobre todo, no salió del personaje de Charlotte en ningún momento.

Además se entrevistó con mujeres que escribían a presos, como hace Charlotte y sólo en ese momento le dio miedo "no estar a la altura del personaje", pero fue algo que pasó pronto.

Un personaje que se ve en medio de una historia de asesinatos, de discriminación y de racismo.

Una situación normal en el Estados Unidos de los años sesenta. "La gente se cree que Obama ha llegado de repente. Pero una cosa es la realidad que se ve en el cine y otra la que vivimos los negros".

Declaraciones muy serias que Daniels alternaba continuamente con bromas.

Una de ellas tuvo como objetivo a Efron, cuando al realizador le preguntaron la razón por la que el actor aparece con una imagen muy erótica en el filme y en muchas escenas en ropa interior.

"Es muy guapo. Soy gay, ¿qué quieren?", afirmó Daniels entre la risa de los periodistas y el evidente enrojecimiento de Efron.

Muy lejos de sus papeles anteriores en películas de adolescentes, Efron, de 24 años, sorprende con una interpretación muy madura.

"Un actor tiene que enfrentarse a sus miedos" y experimentar un sentimiento de abandono hacia el personaje que tenga que interpretar.

Eso, agregó, "es lo que busco ahora. Lo que he hecho en el pasado es pasado y ahora busco cruzar nuevas fronteras, es un sueño. Espero poder seguir haciendo películas como esta".

Su hermano en el filme es McConaughey, un homosexual, que lo oculta y que se siente incómodo en su piel. El actor alabó el "espíritu extraordinariamente intuitivo" de Daniels, que está "constantemente encontrando capas de los personajes".

Cusack, que crea un personaje repulsivo, explicó que Daniels está constantemente cambiando de opinión. "Si le escuchas de forma lineal te arriesgas a no entender lo que quiere decir", pero se "contradice con pasión" para dar a cada personaje todos los matices que necesita.

"Es una película loca, sobre sexo, sobre racismo y discriminación (....) una de esas películas que a la quinta vez que la ves sigues descubriendo algo nuevo", explicó la cantante Macy Gray.