La Bella y la Bestia, La magia de Broadway, El hombre de La Mancha y El Mago de Oz son sólo algunos de los musicales en los que ha participado Eva Diago, que retoma su papel en Los Miserables como la señora Thénardier, dueña de una taberna, timadora y estafadora sin escrúpulos, al igual que su marido.

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Sus personajes son muy necesarios entre tanto drama en Los Miserables...

La verdad es que sí, estamos muy bien ´colocados´ para aliviar un poco la tensión, porque la obra tiene una carga emocional muy fuerte. Dentro de la maldad de estos personajes, tienen un punto cómico para que los espectadores se puedan reír, por lo que son muy agradecidos.

¿Es complicado interpretar un papel cómico, cuando se trata de personajes tan ´rastreros´?

La principal dificultad es no caer en el chiste fácil y no quitarles el peso de maldad. Que el público se pregunte, ´pero ¿por qué hacen eso´?´, cuando por ejemplo acusamos de pederasta al protagonista para sacarle dinero, o el chantaje de la boda... y al mismo tiempo, tenemos que sacarle una sonrisa.

No sé si le será difícil encontrar a alguien con quien identificarse...

Bueno, es difícil comparar a los Thénardier con alguien, pero yo creo que se podría mirar a nivel político, porque en política últimamente se aprovechan de la miseria humana, del esfuerzo de los ciudadanos. Ellos se llevan millones con una alegría que te arranca el alma, con muy poca vergüenza. Y les ves llegar a los juzgados con la sonrisa en la boca. Nosotros en la obra somos los ´chupópteros´, somos mala gente, y ahora donde más veo mala gente es a nivel político, donde se ríen de los que somos capaces de aguantar.

Usted ha participado en otras versiones de Los Miserables, ¿Qué lo mantiene aún en escena?

La función actual no tiene nada que ver con la del 25 aniversario. Se han actualizado la escenografía, los dibujos, los gags... Siempre se hacen cambios y por eso jamás te aburres de interpretarlo y, si te aburres, te tienes que ir. Los Miserables lleva más de 28 años en los escenarios y es porque es el más actualizado, no se le ha dejado morir. Siempre se mira otro punto de vista y siempre se renueva.

¿Y qué tal lleva lo de trabajar con niños? Usted comparte varias escenas con las pequeñas Cosette y Eponine.

Muy bien. Yo estoy de coach de los niños y es muy divertido ver cómo se reinventan sus personajes. Son esponjas, pero no sólo se aprenden su papel, sino que te proponen hasta gestos para darle credibilidad. Es muy divertido.