Siempre que desayunamos temprano, la llegada de la hora de la comida se nos hace eterna. El hambre comienza a aparecer a media mañana y es inevitable no caer en la tentación de picar entre horas.

Aunque en España no es muy habitual, en otro países siempre ha existido el almuerzo de media mañana, conocido como 'Brunch' (de 'Breakfast' y 'Lunch'), una práctica muy necesaria y buena ya que los expertos recomiendan hacer cinco comidad al día: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena.

Si lo que quieres es saciarte y llenarte de energía sin ganar peso, te recomendamos algunos de los alimentos que mejor te van a venir.

Si no te conformas con pequeños snacks, lo mejor que puedes hacer es elegir un yogur desnatado con cereales de trigo o con avena. Las proteínas del lácteo y los carbohidratos y vitaminas de los cereales te ayudarán a afrontar de energía el resto del día.

Si te aburre la típica pieza de fruta, prueba a mezclarlas en una macedonia con un poco de edulcorante o prepárate un batido con un poco de leche.

Comer un puñado de frutos secos es la mejor alternativa para aquellos que no tienen el tiempo necesario para prepararse un buen almuerzo. Las almendras, nueces o avellanas aportan una gran cantidad de energía. El único inconveniente es que también tienen una gran cantidad de grasas, por lo que no es aconsejable comer más frutos secos que los que nos entran en la palma de la mano.

En los últimos años los bocadillos han ido ganando cada vez más mala fama, pero son perfectos para comer entre horas, eso sí, vigilando con qué los rellenas. El pavo es una de las opciones más sanas para meter entre pan y pan. Su alto contenido en proteínas aporta una gran cantidad de energía. También puedes acompañar unas rebanadas de pan integral con queso fresco o con algo de jamón serrano y tomate.