Los cuchillos son fundamentales en cualquier cocina, pero es fundamental tenerlos bien afilados. Un cuchillo bien afilado, además de aportar comodidad, mejora considerablemente cualquier plato.

Años atrás, el afilador pasaba por los pueblos para subir a las casas y poner a punto nuestra cubertería. Pero, esta profesión ha quedado atrás y el mantenimiento de los cuchillos ha quedado a cargo de nosotros mismos.

Por desconocimiento o pereza, en ocasiones, no realizamos esta tarea y terminamos cambiando estos utensilios de cocina cada dos por tres. Sin embargo, existen a la venta utensilios que están destinados a la tarea de afilar los cuchillos como, por ejemplo, la chaira o la piedra de afilar.

La chaira es una pequeña barra metálica con mango. Se trata de un utensilio muy fácil de manejar y cómodo. Coge en una mano la chaira y en la otra el cuchillo que deseas afilar. Frota el cuchillo contra la barra, creando un ángulo aproximado de 20 grados. Debes tener cuidado y coger la chaira por el mango, manteniendo los dedos lejos del filo del cuchillo.

La piedra de afilar o de diamante también es otro de estos utensilios destinados a afilar cuchillos. Sin embargo, su uso es más peligroso, además de complicado, debido a su tamaño y a la necesidad de lubricar la piedra antes de utilizarla.

Pero, no es necesario contar con estos utensilios para afilar; te mostramos tres sencillos trucos para afilar tus cuchillos tú mismo en casa con objetos cotidianos que seguro que tienes en tu hogar:

1. Taza de cerámica

¿Quién no tiene una taza de cerámica en casa? Pues bien, es lo único que necesitas para poner a punto tu cubertería. Coloca la taza boca abajo y pasa el cuchillo por el borde de la misma. Realiza movimientos repetitivos con la hoja del cuchillo desde la punta hasta el extremo, formando un ángulo de 20 grados.

Repite este proceso con la otra cara del cuchillo. Realiza estos movimientos las veces que sean necesarias hasta conseguir que las hojas del cuchillo queden perfectamente afiladas.

2. Cuchillo con cuchillo

Seguramente, el modo más sencillo y práctico de afilar nuestros cubiertos. Desliza la hoja de uno de los cuchillos contra el otro y repite el proceso por ambas caras.

3. Botella de vidrio

Pasa las hojas del cuchillo sobre la boca de la botella y repite este proceso hasta conseguir los resultados esperados. Una opción práctica y económica que puedes realizar tú mismo en casa sin necesidad de gastar dinero en productos especiales para afilar la cubertería.