¿Cuántas veces se te ha ido la mano con la sal? Esta es una de las meteduras de pata más habituales en la cocina. Tenemos la solución para arreglarlo y que no tengas que tirar el plató.

Se trata de tres trucos sencillos y rápidos que varían según el tipo de plato, además no añadirán ningún sabor extraño a tu comida

1. Si la receta lo permite, lo más socorrido y eficaz es añadir un poco de agua para eliminar el sabor salado. Algunos alimentos también admiten otros líquidos como el zumo de naranja, leche o aceite de oliva. Otro truco para contrarrestar un plato demasiado salado es añadir hierbas y especias.

2. En el caso concreto de las sopas demasiado saladas, agrega, poco a poco, la cantidad necesaria de azúcar para contrarrestar el sabor salado.

3. Si se te ha ido la mano con la sal en un guiso, la solución está en las patatas. Pela unas patatas en rodajas y añádelas a la olla. Estas absorberán la sal durante el cocinado. Cuando las patatas estén translúcidas, sácalas de la olla. Haz lo mismo si estás cocinando unas verduras y has echado demasiada sal.