Despertarse y tomar un buen café es uno de los mayores placeres de la vida. Prepararte en casa una taza como la que tomas en las mejores cafeterías de tu ciudad es más sencillo de lo que parece, sólo tienes que estar un poco más atento a ciertos detalles:

La taza ideal para cada café

Si eres fiel al café con leche, viértelo en una taza de porcelana de unos 50 centilitros, ya que este recipiente permite liberar los aromas de la mejor forma posible. El capuccino debes de tomarlo en una taza de unos 18 centilitros. Para el café cortado escoge un vaso de unos centilitros y si eres más de expreso, sírvetelo en una taza de porcelana unos 6 centilitros.

¿Cuándo hay que tomarlo?

El café siempre sabe mejor recién servido. Si lo preparas en cafetera eléctrica, te lo tienes que tomar nada más prepararlo o como mucho no dejar pasar más de media hora, porque a partir de ese momento comienza a oxidarse y pierde mucha calidad. Si optas por un expreso, bébelo según lo sirvas para poder saborearlo en sus mejores condiciones.

¿Dónde hay que guardarlo?

El café es un producto con una caducidad muy larga pero guardarlo de forma correcta es clave para que su aroma no se pierda con el paso del tiempo. Jamás se debe conservar en la nevera, ya que absorberá los olores del resto de alimentos. Lo ideal es guardarlo en un tarro hermético y opaco y dentro de un armario alejado del frío y del calor.