Los pequeños detalles que conforman la decoración de un local hostelero pueden facilitar más información sobre la comida que vamos a degustar de la que sus mismos propietarios sospechan que nos pueden transmitir. Ese es el caso del espectacular espacio gastronómico que nos ofrece el matrimonio formado por Juana María Ruiz (Mari) y su esposo, Ruppert García.

Y es que el inmaculado blanco de sus paredes, su moderno mobiliario y su cuidadísima y vanguardista decoración e iluminación contrasta, nada más entrar, con una antigua báscula o esa foto de la abuela en zona preferente, situadas sobre el pequeño mostrador del antiguo colmado, que recrean, como tarjeta de visita, en la que nos muestran sus orígenes tradicionales y humildes que se remontan hasta hace más de sesenta años en la antigua venta El Peretón en Sangonera la Seca.

Esa es toda la información que necesitamos para saber que vamos a encontrar una cocina totalmente moderna y contemporánea, pero con un importantísimo y valioso fondo tradicional.

Las instalaciones de Lamarimorena, que cuenta con 270 metros cuadrados divididos en las zonas de terraza privada, barra, dos comedores y una sala privada, da cabida a más de un centenar de comensales que pueden degustar una extensísima carta -cuentan con más de cuarenta platos- que van renovando por temporada y que diariamente van adaptando al gusto de su cada día más nutrida clientela.

«Comenzamos con una primera carta mucho más sencilla -nos comenta Mari, quien lleva las riendas de la cocina- pero hemos ido evolucionando con nuestro público. Los platos han ido variando, dentro de nuestro estilo, al gusto de nuestra clientela. Nos gusta satisfacer tanto a la abuelita que celebra su cumpleaños como la pareja de jóvenes que llegan con poca cartera».

Palabra de chef

"Nuestro estilo es el de una cocina moderna y contemporánea pero con un fondo tradicional"

Juana María Ruiz y Ruppert García

Entre las sugerencias que nos ofrecen destacan su gazpacho de remolacha y espuma de queso, el salmorejo de fresas con tosta de boquerón en vinagre, el tartar de atún rojo con quinoa, soja y jengibre, el carpaccio de angus con crema de parmesano y vinagreta de frutos secos, las sorprendentes tiras de calamar con coco y salsa de chili dulce o su excelente salmón al horno sobre wok de verduras y fideos con Pistacho.

Para abrir boca, destaca su divertido matrimonio en luna de miel o el wok de ternera angus con verduras y bambú y la tosta de sardina viuda o sus variadas ensaladas, como la de magret de pato con fruta de la pasión.

No debemos dejar de probar el sorprendente nido de ´perrochico´ (una seta) con huevo escalfado y foie fresco sobre un auténtico nido de pasta.

En el apartado de sus tapas New tavern destacamos sus patatas asadas con tres aliolis: de piquillo, aceitunas negras y albahaca. O sus bocados de ´pastel Marimorena´ con berenjena, cebolla, pasas y confit de pato.

En cuanto a pescados, destacamos su bacalao confitado sobre parmentier de trufa y cebolla caramelizada o el rodaballo al Château Royal. En el apartado carnes, encontramos el sabrosísimo solomillo de ternera al Juan Gil con foie fresco o el solomillo ibérico con cremoso de Gorgonzola, ñoquis y peras caramelizadas.

No podemos marcharnos sin probar de postre su original y sorprendente sorbete de gintonic.

Cuentan con una riquísima carta de vinos con todas las denominaciones y con dos menús degustación que incluye 5 o 6 platos y un postre por 22 o 28 euros y todos los meses organizan lo que llaman su Cena musical, con menú especial por solo 28 o 30 euros.