En el argot de Internet, el término bitácora es sinónimo de blog (página personal sobre un tema concreto), pero en el mundo marinero es el cajón fijo a la cubierta del barco en el que se coloca la brújula y Francisco Jiménez, con una dilatada experiencia en hostelería, tiene muy claro cómo dirigir el rumbo de su Cafetería Restaurante Bitácora, en el Polígono La Polvorista de Molina de Segura.

«Tengo unos hijos muy marineros y siempre nos ha dado muy buen rollo el mundo del mar», comenta Francisco; de ahí el nombre del restaurante.

Con la ayuda de su esposa, María José, y de Naida, Amador, Alex y con el apoyo de Sergio sirven a diario, desde hace siete años, más de un centenar de completísimos menús diarios (de comida tradicional murciana) a diez euros, en el comedor exterior, o a doce, en el interior con manteles de tela.

Menús que varían cada día de la semana y que incluye bebida y por ejemplo, a elegir, entre consomé, gazpacho andaluz (tienen todo el año), paella mixta, fabada asturiana o espaguetis a la boloñesa. De segundo, a ekegur entre revuelto de verduras, asado de pollo o merluza a la plancha y, de postre, a elegir entre arroz con leche, pan de calatrava, flan, natillas, tarta de la abuela, tarta de queso, macedonia, tarta contesa, de whisky o fruta del tiempo.

Hacen arroces todos los días, los lunes arroz y magra, los martes paella mixta, de verduras los miércoles, los jueves arroz caldero y los viernes arroz marinero.

Uno de sus platos más demandados es el entrecot de buey y el rabo de toro y preparan todos los días lo que llaman ´vainas´, un exquisito calamar de potera, excelentes bocadillos, por tres euros, como el de chiquillo, con tomate, queso fundido y chiquillo a la plancha; el especial de la casa, con lomo, tortilla francesa y bacon, o el Bitácora, de pechuga a la plancha, cebolla, pimiento de piquillo y queso a la plancha y los jueves, caballitos caseros y pulpo al horno. A la hora del almuerzo, un café, un bocata y una bebida nos costará solo 5 euros.