En el año 1953 un matrimonio de Jumilla, Pedro Monreal y María Gutiérrez, llegó a Murcia con sus barriles de vino. Fue el barrio de Vistabella el lugar elegido para vivir y comenzar una nueva vida al frente de un negocio al que llamaría 'El Jumillano'.

En los años 90 tomó la riendas del negocio familiar su hijo Juan Pedro Monreal, hasta que hace cinco años el hijo de éste y nieto de Pedro y María, Juan Pedro, junto a su mujer María Dolores Navarro, se quedaron con el bar.

Esta es la historia familiar que hay tras la barra de este mítico local, visitado por muchos murcianos, que acuden para disfrutar de tapas tan conocidas como el bacalao rebozado o sus arroces, todo surgido de las manos de la cocinera, María Dolores.

'El Jumillano' cierra sus puertas tras el servicio de comidas de este jueves, pero no se asusten, el bar volverá a recibir a sus clientes a final de agosto, pero con una imagen totalmente reformada.

"Hasta ahora se han hecho pequeños parches, pero ahora vamos a invertir para unas obras que transformarán todo el local", explica a esta Redacción su actual propietario, Juan Pedro Monreal. "Es una edificación muy antigua y está muy deteriorada", añade.

De esta manera, quienes regresen a 'El Jumillano' a finales de agosto se encontrarán con un nuevo bar, pero "con los mismos productos, los mismos precios y el mismo trato", señala Juan Pedro.

Para no perder la esencia de este negocio familiar, tienen previsto utilizar la madera del portón característico del local y de las edificaciones del barrio para vestir una de las paredes del bar. Asimismo, los barriles del siglo XIX serán sustituidos por unos nuevos, aunque los antiguos se usarán para los marcos de los espejos de los baños o para "hacer unas lámparas", comenta Juan Pablo.