Desde el pasado 9 de agosto, con la apertura del Asador Casa Duque, en la plaza de San Juan de Murcia, ha crecido la oferta gastronómica de este emblemático destino gastronómico de la ciudad, y desde ahora podemos disfrutar, en pleno centro de Murcia, de los auténticos sabores de la rica gastronomía de Castilla-León de la mano de los experimentados hosteleros, Sergio Luis Duque (Valladolid) y la catalana Margarita Freixenet (Manresa). El flamante Asador Casa Duque garantiza el auténtico origen castellano leonés de sus carnes avalados por la Asociación de Asadores de Castilla-León, entidad a la cual pertenecen desde su inauguración.

«Has de saber amigo Sancho que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago», asegura Don Quijote en la portada de la recientemente creada carta del restaurante donde reina -¿cómo no?- la carne de lechazo, que es la cría de la oveja o cordero que todavía mama, con Identificación Geográfica Protegida (IGP) ´Lechazo de Castilla y León´, que fija que el cordero no debe pesar más de 12 kilos en el momento del sacrificio, no superar los 30-35 días de vida y haber tenido una alimentación exclusivamente con leche materna. Las razas clásicas de lechazo son la Churra, Castellana y Ojalada. Estas razas son de las más antiguas de España, especialmente la raza churra, y garantizan el espectacular sabor y la calidad de sus carnes, que podemos disfrutar en Casa Duque pidiéndonos un cuarto de lechazo asado al horno de leña o degustando las sabrosísimas chuletillas de lechazo.

El otro plato estrella del Asador es sin lugar a dudas el cochinillo castellano en sus dos modalidades, asado al horno de leña o el asado a baja temperatura.

«Además de por nuestro horno de leña pretendemos que nuestros clientes nos recuerden por la calidad de nuestros productos -explica Margarita- y por nuestra cocina tradicional de elaboración propia, en la que introducimos platos elaborados a baja temperatura».

Cuentan con un amplísimo comedor con capacidad para 130 comensales y una coqueta terraza para 50 personas. Estos primeros meses nos invitarán a una botella de vino por mesa y, tras los postres, a mini gintonics. Ofrecen menú diario por quince euros con dos platos a elegir, como puede ser caldo con pelotas o salmón marinado en cítricos y asado de cordero o revuelto de bacalao.

Destacamos de su carta, como entrantes, sus pinchos de bacalao rebozado sobre cremoso de piquillo o su pulpo a baja temperatura terminado a la brasa con cremoso de pimentón ahumado. El guiso de careta y morro infusionado con ajo, tomillo y romero con garbanzos Pedrosillano, sus mollejas de lechal salteadas con setas y ajetes. Ofrecen especial atención a los productos de temporada: en otoño, setas y calabaza; en invierno, guisos o sopa castellana y, en primavera y verano, llegarán los carpaccios y gazpachos. Ofrecen además pescado del día a la brasa. Entre sus platos fuertes destaca su pluma ibérica, la carrillera con estofado de setas, el solomillo de vaca adulta a la brasa, el chuletón al carbón de encina, el bacalao confitado con manzana verde y crema de espárragos trigueros o la perdiz estofada. Los miércoles hacen cocido murciano en ´tres vuelcos´ y arroz a la leña los viernes. Tienen una amplia bodega con más de treinta referencias.