Desde el pasado martes, la zona monumental de Murcia, a tiro de piedra de la torre de la Catedral, es mucho más ´Monumental´ y cosmopolita con la puesta en marcha del espectacular restaurante Monumental, en la calle Barrionuevo, que da acceso a la Plaza de la Cruz (Hernández Amores) desde la Plaza Cetina.

Con una espectacular decoración, en la que se ha cuidado desde cada detalle del interior hasta el diseño de los uniformes de sus camareros, recrea en cada rincón del gigantesco espacio que ocupan (con más de 300 metros cuadrados y con capacidad para 115 comensales) el ambiente parisino de los felices años 20. Charleston, jazz, ansias de libertad y glamour que nacieron en Estados Unidos y rápidamente se trasladaron a toda Europa antes de que estallase la crisis de 1929. Un espacio ideal para comer o cenar en un ambiente de lujo (¿A quién no le gusta el postureo en un momento determinado?) con la gran ventaja de que nos ofrecen unos precios más que ajustados respecto al servicio y a la calidad y variedad de productos que nos ofrecen en su recién estrenada carta.

Una gigantesca letra ´M´ iluminada con bombillas y un enorme ficus son los elementos elegidos en la imagen corporativa del material gráfico del Monumental, del mismo modo que un auténtico ficus en su interior, de casi tres metros y con varios brazos, será lo primero que nos llame la atención cuando accedemos al lujoso local, con madera en suelo y paredes, sofás de piel, cómodos sillones y mesas de blancos manteles, con grandes ventanales a la calle Barrionuevo desde donde se aprecia todo el interior del restaurante, la barra y su espectacular comedor principal, perfectamente iluminado y decorado hasta el techo.

Los artífices de Monumental son los gerentes del grupo hostelero murciano-alicantino que también regentan en Murcia, desde hace tres años, el restaurante La Mary, en la calle González Adalid, así como otros nueve restaurantes en Alicante, Elche, Aspe o Torrevieja y que dan trabajo a 300 empleados entre todos sus locales.

El Monumental de Murcia es su décimo establecimiento que, capitaneado por Gustavo Mira Cánovas (tercera generación de una familia hostelera desde los años 60), junto al londinense Simon Livesey, el jefe de cocina Jesús Aragón y la cocinera Valeria Deica. Una plantilla de 18 personas completa el equipo humano del nuevo restaurante.

«Nuestras claves son la cocina mediterránea con toques contemporáneos -explica Gustavo Mira-; las materias primas cuidadosamente seleccionadas y el punto especial que proporciona nuestro horno de brasas Josper».

El pasado lunes, en el transcurso de una concurridísima fiesta vip, fue presentada la carta del restaurante, que nos ofrece una veintena de posibilidades de entrantes, la mitad de ellas elaboradas en su especialísmo horno de brasas Josper y entre los que destacamos su fritura de chipirones con mahonesa en su tinta, el tartar de atún sobre guacamole con aliño japonés, el pulpo gratinado con muselina de pimentón y patata rota. Pastas, arroces (a banda con calamares,arroz negro o arroz de marisco ´del señorito´), risotto, pescados (merluza, bacalao gratinado, salmón con fideos o tataki de atún) y carnes (entrecot, pluma ibérica o magret de pato), hamburguesas al Josper y una decena de postres completan el resto de su carta. Ofrecen menú infantil y menú diario por 10,70 euros, con un primer y segundo plato a elegir, bebida, pan y postre.