El chef alavés Diego Guerrero, artífice de dos estrellas Michelín en el Club Allard y dos soles Repsol, recaló esta semana, por primera vez, en nuestra Región de la mano del Centro de Cualificación Turística, en cuyas instalaciones ofreció una clase magistral bajo el título Cocinando el entorno: el Mar Menor gracias a las empresas José Díaz y Arcos. Tras salir a pescar doradas y langostinos, por la mañana realizó una charla en las cocinas del CCT con alumnos de los centros Vesta, CFIE de El Palmar, la escuela de hostelería de La Flota, alumnos de la UCAM y del propio CCT. Por la tarde preparó, ante un concurridísimo auditorio, un ceviche de langostinos sobre roca de sal y una dorada con ajo blanco del ajo negro.

Diego Guerrero regenta desde hace un par de años un nuevo concepto de restaurante en DSTAgE en el barrio de Las Salesas, en Madrid. Un espectacular espacio de casi 300 metros cuadrados donde ofrece sus platos a unos cuarenta comensales y cuya lista de espera está cerrada hasta el próximo 23 de enero.

El restaurante DSTAgE no cuenta con carta sino dos únicos menús, uno de 88 euros con diez elaboraciones y otro con 13 por 118 euros.

Diego Guerrero confesó sentirse sorprendido por la calidad de los productos del Mar Menor y considera la gastronomía como cualquier otra disciplina artística como pueda ser la música o la pintura. «Me hice cocinero para utilizar la gastronomía como si fuese un lenguaje, un modo de expresión, -explicaba el chef ante un atento grupo de alumnos de hostelería murcianos- la cocina ha de ser un espacio para disfrutar. Cuanto más creativo seas hay menos reglas, siempre y cuando lo hagas bien, y la fuerza de la gastronomía española está en la suma de muchas individualidades».