«Tenemos los quintos más fríos que los besos de las suegras», reza el rótulo grabado en un chillón color amarillo en la espalda de José Antonio Martínez Martínez, quien, con la ayuda de su hermana Carmen y de Lina, Víctor y Elena los sábados, recogió hace siete años el testigo entregado por su suegro Mariano Noguera desde la apertura, hace 25 años, de la popular Cantina del Mercado de Vistabella.

En este popular y minúsculo local (sólo cuentan con una pequeña barra y cuatro veladores) se sirven diariamente centenares de fresquísimos quintos de Estrella de Levante y una amplia cantidad de tapas propias como sus caballitos caseros, frito de pimientos y berenjenas de la huerta, bacalao con cebolla, mero con tomate, sobrasada casera a la plancha, todo tipo de embutido y cada semana sirven hasta dos paletillas ibéricas.

Su tapa estrella es sin lugar a dudas su especial forma de servir el chiquillo pasado por la plancha. Una tapa que hay quien afirma que es hasta afrodisíaca.

Una gran foto con un horno de leña, jamón, panes, vinos y verduras preside la pared del local, donde tampoco falta una foto de la Virgen de la Fuensanta.

Sólo nos cobrarán un euro por pasarnos a la plancha cada kilo de producto que hayamos adquirido previamente en cualquiera de los próximos puestos de la plaza. Pero si queremos ahorrarnos el trabajo de ir a comprarlos, ellos mismos serán quienes se acerquen al puesto para preparar un completísimo aperitivo compuesto por chiquillo a la plancha, caballitos, morcillas caseras cocidas (de siete piñones), chirlas, gamba roja, calamar nacional a la plancha y atún de ijada, que sólo nos costará 20 euros por persona.

Según José Antonio, los productos más demandados para pasarlos por su plancha son gamba roja, almejas, calamares, además de sardinas, boquerones o salmonetes y, en carnes, el entrecot. Cuentan con vinos de Jumilla, Rioja y Ribera de Duero.