La palabra ´tabarra´, como bien exponen en una de sus paredes en el Tabarra de la murcianísima Plaza de San Pedro, según la RAE, es un término femenino que se refiere a una cosa que cansa o molesta. Existe una segunda acepción, con la expresión ´dar la tabarra´, que se refiere a molestar a una persona pidiéndole insistentemente algo que se quiere conseguir de ella. Pero desde el pasado mes de diciembre, tras su apertura, y en el momento que cualquier académico de la Lengua se deje caer por la Plaza de San Pedro, seguro que crearán una tercera acepción del término como ´un local con un encanto especial con excelente marisco, tapas y cocina que crean adicción´.

Con una moderna y llamativa decoración donde destaca el jardín vertical de sus paredes con una frondosa vegetación y el techo con travesaños de madera, iluminado con bombillas gigantes y decorado con gigantescas cuerdas en sus paredes, no nos dejará indiferentes cuando pasamos por su puerta. Sus artífices, Eufemio Rocamora y Rafael Marín, más conocido como Rafa del JR, tenían muy claro la apertura del Tabarra hacia la Plaza de San Pedro con su espectacular barra, repleta de marisco, con veladores y taburetes en la misma Plaza de San Pedro en su acceso a la Plaza de Las Flores. Tienen capacidad para 40 comensales en el salón y un comedor reservado, en un local contiguo, para doce personas.

Cuentan con un competente equipo de camareros con gran experiencia, como Ramiro Cardoso, Antonio García, José Miguel Botella o Wilson Merino, y Víctor Vargas en la cocina, donde siempre están ardiendo sus brasas de sarmientos y desde donde nos ofrecen una cocina creativa elaborada de forma tradicional con un excelente producto local.

Ostras y marisco de calidad

Ofrecen a diario una espectacular oferta de marisco como sus zamburiñas, quisquillas, gamba roja y blanca, almejas de carril, ostras gallegas y francesas, su exquisito pulpo a la brasa y un fresquísimo pescado de lonja.

Pero su carta nos tiene reservadas muchas más sorpresas, desde sus caballitos con mayonesa de pimentón, sus croquetas de mejillones en escabeche o de verduras asadas con leche de cabra, los buñuelos de bacalao o el de wasabi con jamón de mar (atún de ijada), el pulpo a la brasa, carpaccio de gamba roja, salsa ponzu y brotes tiernos, sus cocochas salteadas con pil pil de ñoras fritas, las navajas confitadas a baja temperatura terminadas a la plancha con cremoso de boniato, las alcachofas fritas sobre cremoso de parmesano y velo de tocino ibérico, los raviolis de rabo de toro al vapor o la papada en salsa de ostras.

Tambien destacan sus huevos a baja temperatura con jamón ibérico o con setas, parmentier trufado y tocino ibérico.

Preparan a la leña, por encargo, caldero del Mar Menor con mújol y ali oli de perejil, arroz con cocochas, brócoli y ajos tiernos, arroz de verduras con bacalao, arroz a banda y de pluma ibérica con setas de temporada. Entre su oferta de carnes destacamos su pluma ibérica a la parrilla, el costillar de cerdo ibérico, las chuletas de cabrito a la brasa con patatas al ajo cabañil, la carrillera al aroma de Jerez, chuletón o solomillo de vaca adulta gallega y entrecot con patata asada al carbón.

Su especialidad también es el pescado de lonja a la parrilla como el rodaballo, dorada, lubina o sus sardinas a la brasa. También preparan un excelente tataki de atún rojo con risotto de azafrán.

Entre su oferta dulce destaca su leche frita crujiente de haba tonka con helado de chocolate al 70%. Cuentan con una amplísima cava de vinos locales, nacionales e internacionales.