Este verano tenemos una muy buena excusa para volver a visitar el remozado restaurante A Pie de Playa de Campoamor pues sus artífices, Rocío García y Pablo García, quienes cuentan con una amplísima trayectoria en el mundo de la restauración murciana con sus restaurantes Tiquismiquis, han decidido dar un giro de 180 grados a su oferta gastronómica del verano pasado y han puesto patas arriba su cocina, de la mano del chef Luis Criado, con la ayuda de Paco, Dani y Jorge en la cocina y nos ofrecen un interesantísimo concepto de cocina mediterránea de mercado, de producto de calidad y elaboración casera buscando los sabores de antaño.

Con el subtítulo de Casual Food & Drinks, encontramos un nuevo look del local, con capacidad para unas ochenta personas, con nueva decoración con lámparas que son cestas de esparto, mesas blancas sin manteles, una amplísima terraza y hasta una zona chill out para alargar las cenas hasta la hora de las copas.

Producto del mar como el calamar sucio de potera a la plancha o la merluza de pincho con cremoso de romero y su amplísima variedad de arroces son sus platos estrella en esta nueva temporada frente a las antiguas pizzas y hamburguesas de la temporada pasada. Creo que todos hemos salido ganando en el cambio.

COCINA MEDITERRÁNEA

Antes de pedir nos ofrecen una interesante degustación de aliolis, de aguacate, pimentón y azafrán acompañados de pan de semillas y de olivas negras.

Su carta incluye una buena selección de aperitivos y entrantes como hueva y mojama con almendras, buñuelos de bacalao o unas riquísimas croquetas de cocido.

Entre los productos del mar que ofrecen destaca su selección de marisco, que varía según mercado, pero donde no faltan gamba roja, quisquillas, berberechos gallegos al vapor con aceite de arbequina y ralladura de lima, el calamar de potera a la plancha con su tinta, los boquerones de señorito, como ellos los llaman, o el pulpo a la gallega con cachelos y pimentón de la vera.

Ofrecen cuatro tipos de espléndidas ensaladas: la de tomate de temporada con bonito en salazón y aceitunas de cuquillo; la ensalada de queso de cabra, panceta Joselito, manzana ácida, espinaca baby y vinagreta de mostaza de Dijon; la ensalada de escarola y capellanes con tomate, pimiento asado y picadillo de aguacate: además de su original gazpacho de sandía con helado de queso parmesano.

Cada día preparan un arroz diferente, como el arroz caldoso de coliflor y bacalao o el arroz del señoret o arroz ´pelao´ con rape, langostino, sepia, calamar y ali oli de azafrán y de cítricos. En su carta también incluyen a diario arroz caldoso de bogavante, el de costilla ibérica.

No podían faltar las pastas, entre las que preparan canelones de pollo de corral trufados, risotto de setas, raviolis de cordero segureño con mantequilla de salvia y lingüini con lubina y tomate cherry.

Sus platos de pescado incluyen bacalao gratinado con alioli de azafrán sobre cremoso de boniato, merluza de pincho a la romana con pimientos de piquillo confitados, salsa tártara y puré de patatas al aceite de arbequina y sal negra; rodaballo gallego al horno (para dos personas) y bogavantes al ajillo en dos vuelcos.

Entre sus platos de carne encontramos la carrillera de cebón confitada con cremoso de coliflor, solomillo de ternera al foie con salsa cumberland, pluma ibérica con pimientos del piquillo confitados y pierna de cordero asada en su jugo con cremoso de patata al romero.

Y para terminar con fruta de temporada, créme brûlée, tarta de queso, coulant de chocolate con helado de vainilla y nueces pecana o su surtido de helados artesanales. Hacen menús para grupos desde 30 euros y cuentan con una buena bodega de vinos.