Inspirado en la estética de la cadena de hoteles, resorts, restaurantes, casinos y clubs de vacaciones Margaritaville -en Las Vegas y Cancún-, los murcianos podemos disfrutar desde hace tres años en el Puerto Deportivo Villa de San Pedro de un restaurante muy especial, con una buena cocina mediterránea y que es además un auténtico club de ocio y diversión que nada tiene que envidiar a los existentes en el Golfo de México.

Los empresarios Antonio Saura y Marcos Martínez se han rodeado de un gran equipo con el chef David Mira, Carmen Pereñíguez, Eva Martínez, Alba Sánchez y José Manuel García, que cuentan con el apoyo de una veintena de profesionales quienes trabajan en un espectacular recinto de unos doscientos metros cuadrados en la cabaña caribeña que ocupa el restaurante y quinientos metros cuadrados en la zona de copas de la terraza, que cuenta con barra, escenario, dos ambientes musicales y hasta con una pequeña y refrescante piscina.

Unos flamencos de cristal y metal del escultor Flyppy nos reciben a la entrada del local y, en su interior, podemos disfrutar de una enorme colección de piezas del mismo autor que están a la venta. Paredes de madera, ventiladores de techo y una decoración muy de cómic rodean la gran barra central donde tomar el aperitivo antes de la comida.

La carta de Flamingoville no es muy extensa, pero sí intensa desde la hora del aperitivo, con sus nachos gratinados en dos salsas con guacamole y cheddar, hueva de mújol con almendras, sus mini patatas de río con salsa brava marinera y cebolla crujiente, mejillones thay con lemongrass, langostinos del Mar Menor o el jamón ibérico y queso curado de oveja.

Como entrantes nos ofrecen gazpacho con fresas y perlas de queso de cabra, dos tipos de ensaladas o su chipirón a la andaluza con mayonesa de limón, cazón en adobo con salsa de kimchee picante, croquetas de jamón ibérico y fingers de pollo con salsa sweet chile. Tampoco debemos dejar de probar su especial pulpo glaseado con habitas baby y patatas o su ventresca de atún con habitas y salsa griega de yogur y pepino.

Entre sus carnes cuentan con dos posibilidades: la pluma ibérica de bellota con salsa chimichurri y patatas al horno y el entrecot de vaca gallega al grill. Por otro lado, la paella del chef es un espectacular arroz meloso de marisco.

A la hora de las cenas o meriendas también cuentan con bocadillos de pan de cristal, sandwiches, hamburguesas, pepitos de pluma ibérica o el particular españolito de tortilla de patata casera con tomate natural rallado.

CAMAS Y PISCINA

Tras la comida, a eso de las cuatro y media de la tarde, es cuando Flamingoville se transforma en club de ocio y la terraza cobra todo el protagonismo, con dos ambientes de música, uno más comercial y otro más moderno y electrónico. Cachimbas (por 15 euros) y camas junto a la piscina donde tomar espectaculares copas y cócteles como el de melón, servido en un auténtico melón, con ron, vodka y la propia pulpa del melón.

Durante toda la semana no cesan de celebrar eventos y actuaciones en directo, los miércoles con flamenco pop, o los viernes conciertos tributo como el de mañana, Tributo a Mecano, el 23 con Antuan, el 25 con Modus Operandi, y el 30 de agosto con Andrés Ballester. Los lunes de cockteleo; martes, ´We are staff´; miércoles, flamenco pop; jueves, barbacoas en la piscina; viernes, música en directo; sábados, ´Funny pool´, y, los domingos, ´Domingos Flamingo´.