Semana Santa

El Jueves Santo de Lorca es de Él

El desfile de la Coronación, el Rescate, el Perdón y más tarde el Cristo de la Sangre despertaban anoche el fervor de la Ciudad del Sol

Daniel Navarro

Daniel Navarro

Romana y Nazarena. Así podría definirse la procesión que se vivía anoche en la principal arteria de Lorca, que se rendía a los pies de los diferentes Cristos que los pasos hacían desfilar ante los ojos de once mil almas en vilo.

Y es que el desfile de anoche, presidido por la Cofradía del Smo. Cristo del Perdón, Paso Morado, fue todo un ejemplo del saber hacer de las cofradías lorquinas. Cerrando la procesión, el Nazareno con la cruz a cuestas recorría la ciudad al caer la tarde. Abandonando su templo y cumpliendio la predicción profética simbolizada en el cordón que desciende desde su cuello para ajustar la túnica a la cintura: ‘Como cordero llevado al matadero, no abrió la boca’.

Actos del Viernes Santo

10.30 - Procesión penitencial del Vía Crucis, de San Francisco al Calvario.

16.30 - Celebración de la Pasión del Señor, en la Iglesia de San Cristóbal.

17.00 - Celebración de la Pasión y muerte del Señor, en la Iglesia del Carmen.

17.45 - Recogidas de banderas, en la calle Corredera y adyacentes.

19.00 - Cortejo Bíblico-Pasional de la Historia de la Salvación, en la avenida Juan Carlos I, de Óvalo a Huerto Ruano con salida desde la capilla del Rosario.

Pero antes, Roma, Babilonia, Egipto e Israel volvían a desplegar todo su esplendor. Primero los azules devolvían a la vida a personajes como Julio César, Marco Antonio o Tiberio César, poniendo además en escena sobre la arena la friolera de siete sigas –carros tirados por seis caballos– que ‘volaron’ por la carrera del tirón, así como una muestra de los elementos egipcios de su cortejo. Cerraba la procesión el trono del Misterio de la Coronación de Nuestro Señor Jesucristo que, incorporado en 2001, está considerado como una de las obras cubres en cuanto a imaginería se refiere de toda la Semana Santa de Lorca.

Cortejo de la reina de Saba, del Paso Blanco

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Seguidamente, los blancos hacían lo propio, haciendo desfilar 10 cuádrigas –carros tirados por cuatro caballos– en un primer grupo de 6 enganches, y luego en otro de cuatro. Octavio, Teodosio y la Reina de Saba relataban así parte de la historia del cristianismo. Por último, desfilaban la Oración en el Huerto, a ruedas, y el Cristo del Rescate, a hombros. Acompañado por La Legión, como marca la tradición, el paso del Rescate sosegó los ánimos de los espectadores para recibir entre aplausos a los morados.

En este sentido, cabe destacar que el Desfile Bíblico-Pasional de Jueves Santo era considerado hasta hace unos años una especie de ensayo del Viernes Santo. Sin embargo, el cortejo ha ganado un carácter propio en los últimos años, convirtiéndose en una procesión más con reclamos destacados que la hacen competir y no ser sólo el preámbulo de lo que está por llegar.

Los Jinetes etíopes del Pasó azul de Lorca

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Por su parte los morados sacaban a la calle casi todo su patrimonio. Primero la Santa Cena, que este año contaba con la imagen original de San Felipe por primera vez en casi un siglo tras su recuperación de manos privadas a principio de esta semana; y luego el Cristo de la Misericordia y el grupo del Calvario, con el Cristo recién restaurado, servían de preludio al Smo. Cristo del Perdón. Que, con el madero al hombro, cerraba la procesión morada.

Viernes Santo, la gran noche de la Semana Santa lorquina

Al caer la noche, la pasión de Lorca explotará en un desfile sin igual por la Avenida Juan Carlos I. Centenares de personajes, caballos, mantos, carros y carrozas desfilarán para el mundo en un espectáculo único para, una vez más, relatar la historia de la Salvación de la Humanidad a través del Triunfo del Cristianismo sobre las demás religiones gracias al sacrificio de Cristo.

Asimismo, María, la Madre de Dios, tendrá un papel protagonista, ya que las dos titulares de las cofradías mayoritarias de la ciudad saldrán a recibir el amor y los vítores de propios y extraños. La Sma. Virgen de los Dolores, de los azules; y la Sma. Virgen de la Amargura, de los blancos, pondrán así punto y final a los Desfiles Bíblico-Pasionales de este 2024. 

En este sentido cabe destacar el encuentro que las dos vírgenes mantendrán al final de la ‘Carrera’, donde blancos y azules, azules y blancos, competirán por lanzar el viva más alto y entonar el himno más fuerte que los ‘contrarios’.

Jesús se muestra en su camino de dolor hasta su muerte en la cruz. Su cabeza está ligeramente girada hacia el lado opuesto a la cruz y luce una amplia cabellera que acentúa el naturalismo sobre la que aparece una cruz de espinas como símbolo de tribulación, sufrimiento y pecado. Viste la misma túnica que los mayordomos del Paso Morado. Una tonalidad, la morada, que alude al sufrimiento y penitencia. Lo seguía la Santísima Virgen de la Piedad, que ponía el punto y final.

El Silencio volvió a sobrecoger

Tras el paso por la avenida, los lorquinos acudían en masa al barrio para acompañar a los encarnados en su procesión. El ‘Silencio’ volvía a ser una de las citas más populares debido a su marcado carácter castrense, roto únicamente por el lamento de las trompetas y el estruendo de los tabores. A las 00.00 horas, con el inicio del Viernes Santo, el Cristo de la Sangre salía a la calle, convirtiéndose en el protagonista indiscutible de la madrugada lorquina.