Abrir nuevos horizontes en lo creativo ha sido el punto de partida para la colaboración del artista lorquino Nico Munuera en una de las colecciones para la primavera de la firma Purificación García, que pensó en él por ser «uno de los pintores más destacados de su generación», entre otras cosas.

Como explican desde su web, la firma llevaba tiempo colaborando en diferentes proyectos de artistas multidisciplinares, pero esta ha sido la primera vez que se ha materializado en una colección.

Fue hace tres años, recuerda Munuera, cuando los responsables de Purificación García vieron su obra en México y se pusieron en contacto con él para poner en marcha el proyecto. De ahí nació Ribbons, colección de ropa femenina, masculina y complementos lanzada el pasado mes.

Nico Munuera dio así durante unos meses un vuelco a su trayectoria artística para hacer un trabajo «totalmente diferente». Pero sabe de la importancia de los cambios y de las experiencias, porque «la evolución de una obra suele ir a la par con la evolución de la persona; me gusta estar vivo, aunque no siempre es fácil», escribe el artista respondiendo a un cuestionario por e-mail mientras ´se mueve´ entre España, Alemania y Centroamérica.

El punto de partida de Ribbons fue una serie de dieciséis obras en acrílico sobre papel couché, que Munuera realizó especialmente para la colección de Purificación García. «La ligereza de su pincelada, su trazo fluido y su maestría en el uso del color hacen del artista un compañero ideal en este viaje», explica la diseñadora española. Y el resultado final son vestidos y accesorios donde se plasma, añade, «la sutileza de las gamas cromáticas transparentes que se superponen, creando una continuidad natural entre el color y la ausencia del mismo».

Reconoce el artista lorquino la gran diferencia de pasar de la soledad del estudio a una gran empresa. «Hay decenas de personas de diferentes departamentos, reuniones, puestas en común... Ha sido una experiencia muy interesante», recuerda Munuera, quien asegura que, en vez de marcarle pautas, fue él quien les dio libertad, «pues yo no soy diseñador; así que a partir de una serie de pequeñas obras de color que propuse, marqué las pautas y ellos trabajaron a partir de ahí», añade.

Con esta colaboración también ha descubierto que la moda tiene en común con el arte «la parte de creación inicial de los diseñadores», pero matiza la gran diferencia de «los procedimientos y mecanismos de funcionamiento». «La moda -explica el lorquino- está fundamentada en estudios de mercado, tendencias... Ellos saben quién es el futuro cliente. En el arte, aunque existe lógicamente un mercado, todo es absolutamente incierto, desde el inicio de la obra, ya que nace con un fin diferente al de la moda».

Una vez visto el resultado, e incluso antes, Munuera sentía cierta «extrañeza» por la naturaleza del proyecto. El creador tiene la oportunidad de ver ´su obra´, ´sus cuadros´, en modelos y clientes de Purificación García. «No sabía cómo iba a reaccionar yo mismo; la verdad es que intento mantener cierta distancia con todo lo que hago, una vez que están terminados los proyectos, de esta manera me resulta más fácil concentrarme en lo siguiente».

Y es que Nico Munuera no para. Acaba de inaugurar su primera exposición individual en México y ya tiene en mente nuevos proyectos. Dice el autor que no existe un método para ser un buen artista; «cada cual debe intentar desarrollarse en lo que cree, luego siempre son otros los que ponen las etiquetas». Y, a pesar de estas colaboraciones puntuales, reconoce que «la soledad del artista es necesaria, diría imprescindible para la creación, aunque eso no excluye la interacción en algunos trabajos con otros artistas». «Nada procede de la nada -argumenta-, hay que estar aprendiendo continuamente».

Ahora tiene la vista puesta en México, después de cerrar hace tres años su estudio de Berlín, donde Munuera trabajó desde 2008. «No se puede estar en todos sitios», confiesa el artista lorquino, afectado por la crisis económica, aunque él considera que ésta no debe lastrar la creatividad. «Las galerías están siendo un sector duramente castigado, como toda la cultura de este país; que las galerías funcionen supone que los artistas tengan la posibilidad de vivir de su trabajo».

Como lamenta el creador murciano, «hay muchos artistas haciendo trabajos muy interesantes que jamás veremos, pues no tienen la posibilidad de producirlo y mostrarlo». Él, de momento, puede exhibir su obra y, sobre todo crearla y disfrutar haciéndolo. «Lo importante es lo que generas y vives cada día en tu estudio y fuera de él, esto ocurre todos los días». Un consejo y una máxima «aplicable a todos los campos, al igual que debe ser aplicada la creatividad a nuestra vida diaria».

EXPOSICIÓN INDIVIDUAL EN MÉXICO

La obra de Nico Munuera también puede contemplarse desde el pasado 3 de mayo en la galería Proyecto Paralelo de México, país donde ha puesto ahora sus miras el artista lorquino. Allí presenta Stimmung - término tomado del texto Filosofía del paisaje, de Georg Simmel-, un concepto alemán de difícil traducción y que hace referencia a la atmósfera, los estados de ánimo o la disposición y la tonalidad del espíritu. «Me suelo mover en esa incertidumbre y ambigüedad; me gusta manetenerme en la duda constante y mi motor es la intuición, que no el azar», dice Munuera acerca de este título y de esa obra de paisajes, montañas y paisajes nevados y totalmente velados por su particular manera de trabajar, de su particular manera de relacionarse con la naturaleza y descifrarla a través de la pintura.

El creador lorquino ha completado esta serie con fotografías, vídeos y hasta grabados japoneses, que «añaden otro contenido a la idea que ronda en las pinturas, esta videoinstalación en el muro me permite contar la misma idea desde otro punto de vista», explica sobre una exposición que ha tenido una gran acogida en los medios de comunicación y también entre el público.

«Estoy muy contento con la acogida en México desde el primer momento, la exposición está siendo bastante visitada y las sensaciones son buenas», dice, feliz de que la gente se detenga ante una obra suya.

Porque Nico Munuera, atraído por los paisajes desapercibidos, entiende el arte como un medio «que además de producirnos placer nos puede ayudar a reflexionar sobre cuestiones muchas veces olvidadas». Y hoy, con las prisas y el estrés, el hecho de mirar un cuadro «supone pararte un par de minutos y estar concentrado en lo que ves y su reflejo, que eres tú mismo». «¡¡¡Dos minutos!!!», exclama el lorquino, consciente de que «eso es una eternidad actualmente». Así, a su juicio, «por medio de la pintura podemos aprender a disfrutar de lo que vivimos a nuestro alrededor, a mirar de otra manera, a parar el tiempo cuando queramos. Siempre se puede -concluye-, solamente hay que elegir la opción que quieres.

Nico Munuera (Lorca, 1974) está desde hace años afincado en Valencia, donde tiene su estudio central, aunque no para de viajar. «Es importante estar continuamente aprendiendo y disfrutando», dice, y reconoce que muchos de los talleres a los que asiste no se imparten en España. Aunque en la Región ha participado en numerosas colectivas en los últimos años -en la actualidad una de sus piezas se encuentra en la tercera exposición del 150 aniversario del Museo de Bellas Artes-, no muestra ninguna serie de forma individual desde 2011 que expuso, también en el Mubam; «exposición de la que aún estoy muy satisfecho», asegura.

De momento, y aunque la visita continuamente, no tiene previsto ningún proyecto artístico en Murcia, aunque no se olvida de su tierra ni de los terremotos que asolaron Lorca, que vivió «con muchísima tristeza». «Unos días antes estaba allí de celebración con amigos; el terremoto afectó a mi familia especialmente, como a tantos miles de personas más que siguen aún viviendo las consecuencias de este desastre», lamenta.