Mariló Montero ha logrado que sus fotografías en topless captadas por paparazzis durante sus vacaciones de Semana Santa en la Polinesia francesa no vean la luz. El juez que lleva el caso de la presentadora navarra concede así las medidas cautelares solicitadas por Montero y prohíbe la difusión y reproducción de las imágenes.

La navarra ya explicó por qué había solicitado la paralización de la publicación, y es que, según Montero, las fotografías fueron tomadas en un lugar privado. "Mandé un comunicado a todos los medios de comunicación advirtiendo que eran fotografías que estaban en un lugar ilegal y un burofax", explicó Mariló en una entrevista en Europa Press.

"Las fotos están hechas en mi bungalow y es un lugar privado", afirmó la presentadora, que además, se mostró muy molesta por las informaciones que apuntaban a que el intento de frenar la publicación no se debía al topless si no a la compañía, dejando entrever que Montero podría tener una relación homosexual.

"Me parece a mí que es poca ayuda la que se le hace a las mujeres homosexuales. Los hombres homosexuales tienen el lobby ya hecho y hacen piña, pero las mujeres homosexuales todavía no tienen la fuerza para ser aceptadas en la sociedad y que se integren con normalidad. Acusarme de homosexualidad a través de unos argumentos absolutamente demenciales creo que es hacer un daño gratuito a las lesbianas que están luchando por vivir integradas en la sociedad", dijo Mariló al respecto.