Cristina Pedroche protagonizó uno de los momentazos de la semana en la pequeña pantalla en su regresó a 'Zapeando'. La vallecana, que aseguró haber echado "muchísimo de menos" a sus compañeros, volvió al programa de La Sexta por todo lo alto tocándose un pezón.

Un pezón que no era tal, pues el travieso pinganillo de la presentadora se había deslizado hasta su pecho, cosa que Pedroche no dudó en aprovechar para hacer una broma sobre su delantera. "¿Estoy sexy? Me he puesto un pezón", dijo la presentadora mostrando el bulto a las cámaras y antes de meter la mano en el escote para sacarlo.

El cámara que cazó a Bolt

El hombre más rápido del mundo, Usain Bolt, no pudo esquivar al cámara de televisión que grababa su celebración tras convertirse en campeón del mundo de 200 metros en Pekín. Bolt, con las zapatillas en la mano y la bandera jamaicana al cuello, iba saludando al público tras ganar el título cuando fue atropellado por el vehículo eléctrico de dos ruedas de un cámara que le embistió por detrás.

Mariló Montero seguirá amenizando las mañanas

Aunque no nos haya dejado ningún momento memorable esta semana, Mariló Montero entra en la lista por su reciente renovación con TVE. La presentadora de 'La mañana de La 1' que abandonó en junio el programa por agotamiento físico, volverá al frente del mismo tras unas tensas negociaciones con la cadena. Aunque Montero ha tenido que renunciar a alguna de sus pretensiones, sí que ha conseguido convertirse en directora adjunta del espacio.

Alfonso Rojo se queda en la calle

Una de las mayores sorpresas de la semana televisiva ha sido el despido fulminante de Alfonso Rojo de Telemadrid, que pone fin a los tiras y aflojas que el presentador y la cadena mantenían desde hace ya algún tiempo. "A partir del 31 de agosto de 2015 no encontrarán en 'Más Madrid' a los tertulianos habituales. Se hablará de flores, de parques y de corazoneo, pero nada de cuestiones políticas", criticó Rojo.

Una muerte con guasa

Otro de los momentos más comentados de la semana fue la supuesta muerte de un presentador marroquí en pleno directo. Musa Ruis, de 25 años de edad, tuvo la brillante idea de fingir un infarto fulminante para crear una atmósfera relajada y divertida durante un torneo local de baloncesto, pero las imágenes no tardaron en difundirse y revolucionar las redes sociales. "Me puse de acuerdo con un amigo para hacer una 'cámara oculta' y fingir mi muerte, pero el vídeo que se publicó más tarde en las redes sociales fue mutilado", declaró el joven.