Alberto Chicote se ha convertido en uno de los cocineros españoles más conocidos de los últimos tiempos o por lo menos, en uno de lo más televisivos. El chef ya ha dejado su programa estrella, Pesadilla en la cocina y ponía toda la carne en el asado con el talent-show de cocina, Top Chef.

Junto a su inseparable compañera Susi Díaz y esta vez, junto a Paco Roncero -propietario de uno de los restaurantes más caros de España- que en esta temporada se ha incorporado al jurado. Pero, conocemos la parte más dura y tierna a la vez de Chicote delante de las cámaras, sin embargo, no todo ha sido bueno en la vida del conocido chef-showman.

Y es que tras esos delantales dignos de Agatha Ruiz de la Prada, se esconde un corazoncito que también ha sufrido por amor. Sí el chef más duro de la pequeña pantalla no ha tenido un camino llano y bien cocinado en el terreno de los romances.

PREGUNTA: ¿Cómo has visto a Paco en sus primeros programas?

ALBERTO CHICOTE (A.C): Muy bien, Susi y yo en los primeros días de grabación nos mirábamos como diciendo qué bien lo hace. Viene de hacerse casi setenta programas, va de maravilla, lo pasamos muy bien.

P: ¿Crees que ellos que son más calmados te complementa a ti muy bien?

A.C: Les complemento yo a ellos mejor, es algo mutuo, nos conocemos desde hace mucho tiempo y creo que hacemos un equipo estupendo, estoy muy contento.

P: ¿Cómo afrontas esta tercera temporada?

A.C: Tenía unas ganas locas de empezar, terminé de grabar Pesadilla y ya estaba deseando de empezar con Top Chef.

P: ¿Antes de empezar una nueva edición buscas cosas para renovarte?

A.C: No, porque no sé hacerlo. Creo que la virtud tanto de Top Chef como de Pesadilla en la cocina es decir lo que piensas. Si intentase dejar de ser Chicote me saldría tan mal que todo el mundo se daría cuenta de que soy un farsante, solo sé hacer de una persona y es Alberto Chicote, además me sale fenomenal.

P: ¿Alguna vez has estado tan centrado en el trabajo que te has olvidado de todo lo demás?

A.C: Sí, lo importante es colocar las fichas más importantes y después hacer todo lo demás, no podría trabajar si mis cimientos se derrumban, la familia y mi entorno.

P: ¿Cómo ha cambiado tu vida con la televisión?

A.C: Siempre digo que en lo importante no ha cambiado. Me ha costado cuarenta y pico años construir una vida satisfactoria como para tirarla ahora por la borda solo porque he cambiado de trabajo. La llegada de la televisión ha supuesto cambios pero no en lo fundamental.

P: ¿Te han decepcionado alguna vez en el ámbito personal?

A.C: He tenido suerte en la elección de mis amigos y de la gente que quiero, siempre que he tenido un desencuentro ha sido pactado, por ejemplo, hace años me casé y más tarde me separé, pasé una mala época pero fue un divorcio amistoso. Con esto no digo que no fuese doloroso, pero cuando eres capaz de mantener una conversación con alguien y decidir cuál es el mejor destino que puedes tener, las cosas van mucho mejor. He vivido muchos episodios dolorosos en mi vida, como todo el mundo.

P: ¿Cuál ha sido el peor momento de tu vida?

A.C: El peor momento de mi vida tiene que ver con una relación sentimental, cuando peor lo he pasado fue cuando una persona me abandonó sin dar una explicación. Desapareció sin decir nada después de tres o cuatro años de relación, eso me dolió muchísimo. Bastante tiempo después, tomando un café en mi restaurante, mientras esperaba a que todos llegaran, me eché una llantina de campeonato y cuando terminé me sentí un hombre nuevo.

P: ¿Lloraste en el trabajo?

A.C: He llorado muchísimas veces en el trabajo, soy de lágrima fácil.

P: En este programa que sois un trío al fin y al cabo, ¿le sientes tan tuyo como Pesadilla?

A.C: Igual, de hecho cuando estoy en Top Chef echo de menos Pesadilla y al contrario. Cada uno de los programas me otorga una parte buena y no pienso en audiencias, son importantes porque me dicen si a la gente le gusta lo que hago como el libro de reservas en un restaurante, pero no más.

P: ¿Te cuesta cambiar el chip de un programa a otro?

A.C: Es lo que hacemos todos los días, siempre vamos a tratar con diferentes tipos de personas, con unos te satisface estar y con otros menos. En este caso sucede lo mismo.

P: ¿Qué sabes de los ganadores de la primera y segunda edición?

A.C: Begoña va a abrir un chiringuito nuevo en Valencia, David tiene tres meses de reservas con bodas y demás, cada vez que hablo con él me parece el mismo de siempre.

P: ¿Es difícil mantener en secreto las novedades siendo un programa grabado con meses de antelación?

A.C: Siempre procuramos y conseguimos que los concursantes no sepan qué es lo que les viene, todo esto es sorpresa. Lo que es complicado es que algo que se grabe hoy dentro de dos meses ninguno haya dicho nada.

P: Carlos dijo que el programa había dañado su imagen, ¿qué te parece?

A.C: Es Carlos, unas veces va y otras viene, primero te pone a parir y luego te de dos besos, hasta que un día te cansas.

P: ¿Entiendes que los formatos pueden cansar?

A.C: Creo que esto es como todo, la cocina lleva muchos años en la televisión y siempre ha ido sobreviviendo, creo que la gente disfruta de la cocina y eso va a seguir vivo durante mucho tiempo.

P: Nunca hay broncas en el jurado de Top Chef ¿veremos alguna este año?

A.C: No sé si las habrá o no, nosotros no tenemos un guión que seguir, juzgamos los platos cuando están en la mesa. Cada uno tiene una manera diferente de ver las cosas pero la mayoría de las veces el criterio culinario es muy parecido.

P: ¿Qué te dice tu equipo cuando te vas a grabar algún programa?

A.C: No me dicen nada, igual porque no se atreven. La gente que trabaja conmigo lleva haciéndolo muchos años y por eso están ahí.

P: Las personas conocidas tenéis la posibilidad de ayudar al resto, ¿tú qué haces?

A.C: Tengo la posibilidad de aportar algo a organizaciones, a personas que están haciendo un trabajo increíble, puedo brindarles mi apoyo y que eso sirva para algo. También procuro que todo lo que hago funcione para que los que están a mí alrededor puedan tener unas condiciones mejores.