"Según cómo educamos a nuestros hijos, fomentamos el machismo inconscientemente", ha afirmado el 'coach' televisivo Pedro García Aguado, que ha apuntado que "no transmitimos a nuestros hijos la suficiente autoestima para sentirse bien consigo mismos", lo que provoca que busquen "un refuerzo externo".

Los impulsores del proyecto 'Aprender a educar', el exwaterpolista García Aguado y el profesor Francisco Castaño Mena, han explicado en una entrevista con Efe que el error más habitual que cometen los padres al educar a sus hijos es la sobreprotección, es decir, solucionarles todos los problemas y no dejar que se equivoquen, lo que no permite que los niños aprendan a valerse solos.

Ante distintos estudios que alertaron el año pasado de un aumento del machismo entre los jóvenes, Castaño ha explicado el caso real de una niña de 13 años que realizó prácticas sexuales a un niño para poder formar parte de su grupo de amigos: "una chica con baja autoestima, consiente este requerimiento para sentirse aceptada".

Por su parte, los chicos inseguros "controlan a su pareja por miedo a perderla", aunque en muchos casos el maltrato se trata de un comportamiento aprendido: "lo han visto en casa y piensan que esa es la forma de relacionarse", ha afirmado García Aguado, que ha triunfado en la televisión con el programa "Hermano mayor".

Pero el machismo también se traslada al ámbito familiar: un 40 % de familias españolas sufre violencia filiopaternal, según la cifra de denuncias de padres a hijos interpuestas en 2015 que maneja García Aguado, siendo las madres quienes se ven más perjudicadas.

"Pensamos que el hecho de tener un hijo ya te capacita para ser padre", ha añadido García Aguado, que cree no obstante que "estaría bien informarse sobre la responsabilidad que conlleva y aprender algunas pautas para prevenir que surjan conflictos".

Las claves para educar a los niños, según los impulsores del proyecto pedagógico, son: "establecer normas y límites, así como consecuencias en caso de que éstas no se cumplan", a la vez que han destacado la importancia del refuerzo positivo, es decir, "reconocer cuándo nuestros hijos hacen bien alguna cosa".

Por otro lado, Castaño ha afirmado que "el sistema educativo no se tiene que reformar, sino que se tiene que transformar entero", ya que no está adaptado a la sociedad actual, caracterizada por la irrupción de las nuevas tecnologías.

El profesor ha sufrido un cambio de rol, ya que "ha dejado de ser el erudito del saber, porque ahora el saber lo tiene Google", por lo que su función ya no tiene que ser la transmisión de información, sino "enseñar a gestionar todos los datos" que están al alcance de los niños.

Asimismo, "el sistema educativo tiene que abrazar la diversidad, no entendida como la inmigración o los distintos segmentos sociales, sino como que cada niño tiene una capacidad de aprendizaje diferente", ha explicado García Aguado, que ha apuntado que "hay niños que aprenden leyendo, mientras que otros lo hacen con métodos visuales o auditivos".

"Esto no significa que aprender con un sistema distinto sea más fácil -dice Castaño- ya que independientemente del método utilizado, tiene que haber un esfuerzo para poder sentir satisfacción".

Un ejemplo de ello es el caso de un chico que tenía dificultades para aprender la historia de los romanos, por lo que se le preguntó qué era lo que a él le gustaba, y finalmente compuso una canción de rap con la lección y obtuvo una calificación de 10 en el examen.

"Los que no aprenden como la mayoría quedan excluidos del sistema educativo, cuando quizá son los más talentosos", ha afirmado García Aguado, que cree que mientras "no se aborde esta cuestión, España mantendrá las altas cifras de fracaso escolar", que son de las más elevadas de Europa.-