Con Belén Esteban vestida de Julieta en el confesionario y sobre impresionada en una de las esquinas de la pantalla el rostro de Toño Sanchís, arrancó anoche la gala del amor en ‘Gran Hermano VIP’. Un programa con muchos frentes abiertos, como el affaire entre Ivonne y Sergio, la visita de una Aylén guerrera, advirtió que tenía muchas de hablar con Marco Ferri, pero no especificó si sería para bien o para mal, la expulsión tras la nominación disciplinaria y la actuación del excristalero Tutto Durán y DCS, cuyo primer single en el mercado ya ocupa el tercer cajón del podio de las descargas digitales del país.

Los primeros salvados Emma, Sergio y Marco y los primeros en encontrarse con Julieta Esteban; Alysson, Daniela, Irma e Ivonne fueron los siguientes en salir de la sala de expulsiones. La cosa quedaba entre Alejandro, Elettra y Gibaja, las caras del influencer y Lamborghini eran un poema, ya que están convencidos de tener apoyos fuera. Salvada también la hija de Tonino Lamborghini, la decisión estaba entre el blogger y el compositor... y fue el unicornio el quinto en abandonar el concurso, no sin pedir disculpas y confesar que lo había hecho mal en los últimos días. El mal rollo y la tristeza fue general porque el ‘power’ y el ‘crazy’ se van a echar en falta en las estancias del reality.

Un Aless reconciliador y muy autocrítico llegó al plató para ser entrevistado por el catalán, aunque tenemos que decir que la entrevista en sí duró poco más de cinco minutos porque su archienemiga se encargó de boicotearla. Y el padre de la criatura quiso lanzarle varios mensajes a los "seres oscuros", es decir, la señora que habla en tercera persona de sí misma y Toño Sanchís, pero rebajó la tensión porque su hijo no quería ni malos rollos ni polémicas. El joven no volvió a abrir la boca hasta que llegó el momento de la conexión para la despedida. Y ahí acabó todo lo que teníamos que saber del mes largo de Aless en la casa, imaginamos que una enorme decepción para sus seguidores en redes.

Cúpido

Ivonne y Sergio se han dejado llevar por ese halo romántico que invadió el espacio en la última semana, por algo se celebraba San Valentín. El concejal del PP sacó su faceta de conquistador y con ayuda de Aless Gibaja, el champán, la rosa y el esmoquin hicieron el resto. "No sé si es lo correcto o no, la vida son dos días y me voy a dejar llevar", dijo la venezolana en el confesionario. Y después de eso igual de pegajosos que Bea y Rodri en la edición de anónimos. Veremos que sale de esto porque tras la nominación del político puede que la cosa se quede en rollete.

Llamadas de la familia

Nuevo confesionario y dos minutos y medio para nominar y recibir la llamada de un familiar. Eso se encontraron tras la resolución de la prueba semanal ‘Enamora como puedas’. El primero fue Ferri, al que le esperaba al otro lado del cable su novia chilena. El italiano, tocado por la marcha de Gibaja, fue noqueado por su pareja. "Lo último que quiero en el mundo es que ella se sienta mal y la he respetado en todo momento", palabras que eran un preludio del más que probable cambio de actitud del concursante a partir de ahora con Alysson, a la que la Aylén no quiere ver ni en pintura.

La segunda fue precisamente la estadounidense, a la que su amiga Claudia puso al tanto de sus padres, sus amigos y su paso por el concurso. Qué mejor consuelo para Marco que su amiga, a la que confesó que no fue la llamada cómo esperaba. A la más lacrimógena de esta edición le esperaba al otro lado su marido, Mariano y sus hijos, que le dejaron un breve mensaje de ánimo que lejos de provocar el llanto descontrolado pareció aportarle un chute de positivismo y confianza. Sergio cogió la llamada de su madre, que repitió lo orgullosa que se siente de él y un mensaje: "Qué bonito es el amor". Estaba cantado que le seguiría Ivonne, a la que llamó su hermana, Clairet, y su hijo Alejandro, que animó a su madre a disfrutar del concurso en todos los sentidos.

El siguiente, Abad, que convertido en el Carlos Lozano de esta edición, recibió el mensaje de Susana y a sus hijos, Sara y Jorge, y rompió en lágrimas, más bien en llanto intenso antes de volver al salón donde el resto comentaba la jugada en bucle. A Elettra le esperaba en el cable su padre desde Bolonia. Tras el mensaje de apoyo y de una palabra en clave, America, que el empresario no supo descifrar, a la italiana le desbordaron las lágrimas. Eso sí, más tranquila porque sus caballos están fenomenal. Emma, después de una semana de sufrimiento con la prueba física, y su amigo Nacho protagonizaron la llamada más divertida de la noche dedicándose a bromear más que a intercambiar información del exterior, aunque se dijeron muchas cosas entre líneas. Cerró Daniella, muy tocada por la marcha de Aless, cuya interlocutora fue su "abuelita" Pepita, a la que un problema en la pierna le ha impedido ir a las galas. Se liaron con ese detalle, así como con el pelo y los granos de la sexóloga, y los dos minutos y medios se les quedaron muy cortos.

Un privilegio con trampa

El privilegio de la prueba entre los Capuletos y los Montescos, que ganó por méritos propios el equipo rojo, fue salvar a uno de los tres nominados, Alejandro, Irma y Elettra, pero esta supuesta regalía llevaba trampa. La decisión de sacar del grupo a la presentadora, poco consensuada, sobre todo con Alejandro que voto por sí mismo, modificó el tablero de los nominados, sumando a Sergio y a Emma, que hasta dentro de tres días no sabrán que el próximo jueves volverán a entrar en la sala de expulsiones. Hasta entonces, a disfrutar que son dos días y casi medio lo pasamos durmiendo, sobre todo los que no ven el programa hasta altas horas de la madrugada. El domingo llegará el momento de Guibaja porque el afán de protagonismo de Aída no tiene límites, sino que se lo pregunten a un Jordi González que cada vez disimula menos lo poco, por no decir nada, que soporta a la 'elegida de Dios'.