Algo está cambiando en las series españolas en las plataformas de pago. Movistar ha emprendido un ambicioso proyecto de apuesta por la producción propia con la que pretende plantar cara a competidores como Netflix y HBO. La plataforma ha destinado setenta millones de euros a la producción de nuevos títulos que la permitan plantar cara en igualdad de condiciones a los gigantes del streaming. A lo largo de este año 2018 pondrán en marcha diez nuevas series, que se suman a las producciones que se han estrenado a lo largo del último mes. Con ellas pretende mantener su posición en el podio de los contenidos, ante la previsible pérdida de títulos a medida que las otras plataformas vayan recuperando los derechos de sus principales éxitos.

De todas ellas, La Peste es una de las más ambiciosas. Estrenada hace una semana en Movistar, la ficción nos traslada a la Sevilla del siglo XVI en una trama de asesinos en serie donde se ofrece una reconstrucción de la sociedad de la época y donde no faltan paralelismos con la sociedad actual. El presupuesto de más de diez millones de euros, la convierten la serie española más cara hasta la fecha. El protagonista es Mateo Núñez (Pablo Molinero), un exmilitar e impresor perseguido por la Inquisición por imprimir libros prohibidos y a quien el Santo Oficio le ofrece la oportunidad de ser exonerado de su herejía investigando una ola de crímenes en Sevilla con extrañas motivaciones religiosas. La ciudad era en aquella época una de las principales puertas de Europa hacia el Nuevo Mundo y se convertía para miles de ciudadanos ahogados por la pobreza en la única esperanza para optar a una vida mejor. En sus seis episodios, no se nos ofrece la cara más amable de la capital andaluza. La miseria y la mugre dominan las calles, en una ciudad que, además, está siendo asediada por la peste. La sombra de la corrupción sigue estando presente, porque hay intereses económicos en que las autoridades no declaren oficialmente la epidemia para que el puerto pueda seguir abierto. De esta manera, la serie se convierte en un fresco que nos retrata a través de varios personajes cómo era la España de aquellos años.

Los creadores de La Peste son Alberto Rodríguez y Rafael Cobos, que en la pantalla grande ya nos llevaron a La isla mínima. La serie se ha convertido en una de las más vistas de la plataforma en su primera semana. Según los datos de la propia Movistar, la ficción ha tenido una audiencia superior a la del estreno de la séptima temporada de Juego de Tronos (aunque hay que matizar que este año la serie se emitía también en HBO). En esta semana de estreno, no han faltado hasta acusaciones de plagio, después de que el escritor Juan Gómez-Jurado haya alertado de demasiadas coincidencias entre su libro La leyenda del ladrón y la nueva serie histórica.

La Peste no es una serie redonda, pero los esfuerzos por hacer una ficción de calidad se notan. A veces cojea la forma en que se cierran los episodios y el giro final con la identidad del asesino está un poco forzado, pero la historia engancha y mantiene el interés. Aunque no sea una serie de fácil digestión. Tanta miseria, ese ambiente en el que la vida de una persona vale tan poco... pueden hacerse un poco duros. Pero no hay que desesperar. No todo es muerte y pobredumbre. La serie deja abierta la puerta a la esperanza y a la posibilidad de que el sol vuelva a brillar. No en vano, desde el principio la idea de hacer una segunda temporada siempre ha estado en la mente de todo el equipo y parece que va a ser una realidad.

La plataforma de televisión de pago ya cerró 2017 con otra apuesta por la calidad, como es La Zona. Se trata de la nueva serie de los creadores de Crematorio, los hermanos Jorge y Alberto Sánchez Cabezudo, una ficción que marcó un antes y un después en la narración televisiva nacional. La Zona nos traslada a un escenario postapocalíptico en el norte de España. Nos cuenta cómo la vida intenta abrirse camino tres años después de un accidente nuclear. Hay un área de exclusión, equipos de limpieza que trabajan en limpiar la radiación, mafias que trapichean con objetos de contrabando procedentes de los puntos evacuados... La serie dedica buena parte de su primera temporada a mostrar las reglas en las que funciona este nuevo mundo, que vamos conociendo a través de la investigación de un macabro asesinato. La serie mejora mucho en el momento en que las piezas del puzzle encajan y hay uno de esos episodios de flashback que nos ayudan a situarnos ante lo que hemos visto. Encabeza el reparto el actor Eduard Fernández, en el papel del policía que investiga el caso y que, en el momento del accidente, se convirtió en un héroe al liderar las labores de rescate. No faltan secundarios de peso de la talla de Juan Echanove, Emma Suárez o Carlos Bardem, entre otros. Manolo Soto, otro de los protagonistas de La Peste, repite también en ésta.

El trío de ases de Movistar se completa con Vergüenza, una comedia sobre la vida en pareja que parte de una simple premisa: ¿Cuánto eres capaz de prolongar una situación incómoda?, ¿en qué momento debes parar cuando te das cuenta de que has metido la pata o te han pillado en una mentirijilla? La pareja que encarnan Javier Gutiérrez y Malena Alterio se ve constantemente metida en este tipo de situaciones. Casi se podría decir que cobran por ello. Cada vez que el personaje de Gutiérrez va a abrir la boca, todos nos ponemos a temblar. Porque lo que de verdad nos demuestra Vergüenza es cómo toda situación incómoda siempre es susceptible de empeorar. La serie es un soplo de aire fresco en un tiempo marcado por lo políticamente correcto y donde siempre hay alguien indignado por lo que sea.

Mientras tanto, en la competencia, los gigantes del streaming siguen adelante con sus propios proyectos de series españolas. La ventaja con que parten es que tienen garantizada su distribución en los países donde están presentes, porque pasan a formar parte de su catálogo.

Netflix dio una alegría en su día cuando anunció Las chicas del cable, aunque el resultado de la producción ha sido más bien pobre artísticamente. La aportación de la industria audiovisual nacional a la plataforma en streaming resultó ser más de lo mismo que uno puede ver una noche cualquiera en Antena 3. Vaya decepción. A finales de diciembre, Netflix estrenó la segunda temporada de la serie, que la confirmó como un culebrón de alto presupuesto pero sin ninguna ambición artística. Aunque los fans pueden estar tranquilos, porque este mismo año tendrán una tercera temporada. Los datos de audiencia han sido más que satisfactorios. Sobre el papel la idea era interesante, las vidas de las primeras mujeres que en la España de los años veinte empezaron a trabajar en la Compañía Nacional de Teléfonos (podrían haberla llamado Telefónica, pero, claro, es la competencia). No me creo el feminismo de bote que vende la serie, ni sus personajes, ni muchos de sus giros absurdos de guión. Hay tramas de las que de repente se olvidan los guionistas. Incluso en esta segunda temporada hemos seguido una subtrama que es calcada a la historia que nos contaba Big Little Lies, pero sin acercarse a la calidad de aquella.

La otra gran apuesta de Netflix por la ficción española es Paquita Salas, una serie de culto que se comenzó emitiendo por Flooxer, una web de Atremedia y que sorpresivamente fue absorbida por la plataforma. El estreno de la segunda temporada de Paquita Salas es uno de los más esperados del año y que promete en su nuevo formato ampliar el horizonte de series a las que homenajear. ¿Veremos cameos de actores de las principales series de la plataforma?

En HBO ya tienen anunciada su primera serie española que será una adaptación de uno de los últimos grandes éxitos literarios, Patria de Fernando Aramburu. La plataforma ha encargado el proyecto a Aitor Gabilondo, guionista y director televisivo, que tuvo en El Príncipe uno de sus últimos éxitos. La novela hurga en la herida que el terrorismo de ETA causó en la sociedad vasca y ahora falta por comprobar si la adaptación televisiva mantendrá la calidad del la obra literaria.

Amazon por el momento no cuenta con producción propia de series en España, pero ha firmado un acuerdo con Mediaset, RTVE y Atresmedia para comprar los derechos de algunas de las series de mayor éxito emitidas por sus cadenas. Sé quién eres, El Príncipe, Vis a vis, El Tiempo entre costuras, Estoy vivo, Isabel... son algunos de los títulos con los que la plataforma engorda su catálogo.