El doblaje es, en opinión de Andrés Bellas, presidente de la Asociación de Profesionais da Rama da Dobraxe Galega (APRADOGA), única organización profesional del sector en Galicia, "el gran olvidado del audiovisual", a pesar de que engloba a un número importante de trabajadores: actores y directores, traductores, adaptadores y ajustadores de diálogos, y que constituye uno de los instrumentos básicos de la defensa y dinamización cultural y de la lengua. "

El doblaje ha creado voces y expresiones que hoy forman parte de la cultura oral", defiende Bellas, voz habitual en gallego de Tom Hanks, Denzel Washington, Jim Carrey y Pierce Brosnan.

El doblaje vivió su "época de vacas gordas" en la década de los noventa, cuando el sector llegó a superar los 150 profesionales solo en su parte artística. Ahora, sin embargo, los dobladores calculan que no deben de ser unos 50 o 60 los que pueden exclusivamente del doblaje.

"Antes se doblaba mucho, tanto en gallego como en castellano, y llegó a haber trece estudios de doblaje. Hoy debe de haber unos ocho. Cada vez es más difícil vivir de esta profesión, y hablo simplemente de ser mileurista", se lamenta Bellas, que asegura que el sector está llegando a un punto "de difícil retorno".

El motivo no es otro que la crisis económica, que se está cebando con el sector audiovisual, porque si no se producen películas que precisen voces –animación, documentales...– el sector se para.

"Y eso que somos la parte más barata. Doblar una película de 90 minutos no llega a 6.000 euros, la mitad de lo que cuesta cada minuto de ´La hora de José Mota´ o de ´Águila Roja´, y un capítulo de dibujos animados de 25 minutos, unos 1.500. Diré, como curiosidad, que doblar una película de 90 minutos lleva aproximadamente 32 horas de trabajo de grabación, a las que hay que añadir las horas de traducción, adaptación de diálogos, corte, producción y mezcla final de sonido", expone el presidente de Apradoga.

Antón Cancelas, locutor y doblador de actores como Clint Eastwood ("La línea de fuego"), Michael Kaine ("Evasión o victoria"), Walter Matthau ("Daniel el travieso), Arnold Schwarzenegger ("El último gran héroe") y Tommy Lee Jones ("El fugitivo"), también dibuja un futuro incierto tras casi treinta años poniendo su voz al servicio de decenas de actores.

"Hemos empezado el año con un descenso de horas de trabajo, aunque la situación ya estaba mal el año pasado. Hay compañeros que están bajo mínimos desde el verano. El problema es que el sector está muy atomizado", explica Cancelas.

La distribución del trabajo, que se concentra en unos meses del año, tal y como apuntaba el presidente de APRADOGA, les obliga a trabajar contra reloj, lo que repercute en la calidad del producto. "Buena parte de la culpa la tienen algunos clientes, que no exigen calidad. Lo que quieren es el trabajo rápido y para hacer las cosas bien necesitas algo más de tiempo", asegura Cancelas.

Tras casi veinticinco años de oficio, Julio Lorenzo, voz en gallego del "Inspector Gadget", Mario Cimarro (Juan Reyes, en "Pasión de gavilanes") y Kevin Costner ("Revenge"), y profesor de doblaje y locución, asegura que esta es una profesión "de picos", aunque reconoce que en los últimos años, el número de dobladores que pueden dedicarse exclusivamente al doblaje experimenta una curva descendente. "Muchos han buscado como actividades secundarias la docencia y el funcionariado", comenta.

Mayka Aguado, voz que acompaña al visitante en su recorrido por la nueva pinacoteca de Vigo y voz de Marilyn Monroe en tres títulos, entre ellos "Encuentros en la noche", y actrices como Jodie Foster y Ornella Mutti, se pasó al doblaje desde la redacción de TVG, hace veinte años, cuando la profesión vivía su momento de apogeo.

"Cuando lo comenté me dijeron que estaba loca, pero me arriesgué y no me arrepiento. Es una profesión muy digna y con un gran reconocimiento, merecido, aunque la cosa está fatal porque las televisiones tienen déficit y no estrenan, por lo que se dobla menos. Ahora se repone muchísimo", comenta.

Doblaje frente a la VOS

Frente a la sugerencia del anterior ministro de Educación, Ángel Gabilondo, de eliminar el doblaje y ofrecer la versión original subtitulada (VOS) como parte del aprendizaje de otros idiomas, fundamentalmente el inglés, en cuyo conocimiento España está a la cola de Europa, los profesionales del doblaje cierran filas. "Ese argumento es una soberana tontería. El problema es del sistema educativo. Hoy, le das al botón del mando y ves lo que quieras en su versión original, pero es una cuestión política y si quieren suprimirlo, lo harán", argumenta Lorenzo.

"Mi madre tiene dificultades para leer y con subtítulos no vería una película. Pero parece que los culpables del bajo nivel de inglés que tenemos somos nosotros", añade Lema. En similares términos se expresa Candelas: "Ninguna opción es excluyente, pero sí hay muchas personas con problemas de visión que no podrían verla subtitulada. Lo importante es que tengamos opciones para poder elegir".

Y para rebatir el argumento aportado en su día por Educación, el presidente de Aprodoga aporta datos: "Está demostrado, y así lo recoge el ´Eurobarómetro 243´ que no se aprende una lengua viendo VOS. Para el 49% la forma de aprenderla es en la escuela o con un profesor. Y no olvidemos tampoco que el gallego es una lengua minorizada y en peligro, que debería gozar de discriminación positiva. De todas formas, desde sus orígenes, el doblaje está impulsado por el mercado y el 60% de los europeos prefieren las versiones dobladas".