Viernes Santo

Miles de cartageneros acuden al Encuentro más emotivo de la Semana Santa de Cartagena

Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Santísima Virgen Dolorosa volvieron a encontrarse en la esquina del Palacio de Aguirre ante la mirada de miles de devotos

Pablo Molina

La madrugada más especial de la Semana Santa de Cartagena. Miles de cartageneros han abarrotado la plaza de la Merced para vivir el encuentro entre Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Santísima Virgen Dolorosa, uno de los instantes más icónicos de estos días llenos de fe y devoción. Una estampa que cualquier cartagenero guarda en su retina para toda la vida.

El Viernes Santo marrajo comenzó exactamente a las 00.05 horas en una calle Jara llena hasta la bandera por miles de marrajos que agitaban sus bufandas moradas al viento. Esperaban expectantes entre vítores y gritos de “¡californio el que no bote!”, alimentando aún más si cabe esa sana rivalidad que existe entre ambas cofradías. El tercio de granaderos salió en pasacalles desde el callejón de Bretau, seguidos inmediatamente del tercio de judíos, aplaudidos por el público que ocupaba las dos orillas de la estrecha calle.

En torno a las 2.00 de la madrugada efectuaba su salida desde la Iglesia de Santa María de Gracia la procesión de la Mujer Verónica, encabezada por el Santo Cáliz y la Agrupación de Granados y compuesta por las imágenes de la Condena de Jesús, la Primera Caída de Jesús y el trono titular de esta procesión. A las 2.15 salió la procesión de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli desde el Antiguo Hospital de Marina. El trono llevado a hombros con esmero por sus portapasos recorrió la muralla de Carlos III hasta llegar a la calle San Diego, para seguir avanzando hasta llegar a la plaza del Lago.

A las 2.30 horas de la madrugada del Viernes Santo tiene lugar uno de los momentos más especiales de la Semana Santa de Cartagena. Nuestro Padre Jesús Nazareno es llevado a hombros por sus portapasos desde la Cofradía de Pescadores. En el exterior del edificio le esperaron miles de devotos que deseanban ver la estampa del Nazareno saliendo por la puerta de la Lonja de Pescado de Santa Lucía, que únicamente se abre una vez al año, precisamente para esta ocasión. Entre aplausos, la imagen del Cristo cargando la cruz en su hombro salía de la Cofradía de Pescadores. Los portapasos llevaron al Nazareno por las calles de Santa Lucía antes de iniciar su camino hacia la plaza del Lago.

Al filo de las tres de la mañana, la última procesión de las que componen esta madrugada tan especial para los marrajos salió de Santa María de Gracia. Las imágenes del San Juan marrajo y de la Santísima Virgen Dolorosa emprendieron su marcha hacia la plaza de la Merced. Ante la mirada de miles de cartageneros que rompían en aplausos, Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Virgen Dolorosa se volvían a encontrar en la plaza del Lago. En el abrazo de la madrugada, los cartageneros que allí se dieron cita volvieron a entonar la Salve cartagenera. En su recogida en la iglesia de Santa María de Gracia volvieron a cantarla para poner el broche de oro a la madrugada del Viernes Santo marrajo.