La mayor parte de lo que creemos saber sobre los dinosaurios proviene de 'Jurassic Park', la saga de películas inspirada en las novelas de Michael Cripton. Como buen director de Holllywood, Steaven Spielberg quiso hacer una superproducción y para ello tuvo que centrar sus esfuerzos en que los dinosaurios dieran más miedo de lo que en realidad daban.

El 'ansia' de espectacularidad hizo que algunas características reales de estos animales se difuminaran para dejar paso a otras que hicieran de ellas unas criaturas mucho más terroríficas.

Estas son algunas de las mayores mentiras que nos contó la saga 'Jurassic Park' y así es como eran en realidad los dinosaurios.

La velocidad del rex

En las películas, el tiranosaurio rex es, sin duda, el rey de la selva. El más temido de todos. Sin embargo, según los estudios científicos recientes, si este dinosaurio existiese en realidad, no perseguiría a las personas sin parar hasta devorarlas.

Era bastante lento y no podría correr a más de 19 kilómetros por hora, por lo que huir de él sería bastante más fácil de lo que resulta en las películas. Los expertos del Centro de Investigación de la Biodiversidad de Leipzig, en Alemania, señalan que, debido a su lentitud, se alimentaban de animales muertos, ya que cazar les resultaba complicado.

El tamaño del velociraptor

Otra de las licencias de las películas es el tamaño que se les dio a los velociraptores desde el principio. La verdad es que eran mucho más pequeños de lo que quieren hacernos creer.

Tenían el tamaño de un pavo o de un perro grande. Pero claro, con esa dimensión darían bastante menos miedo y habría que buscar otra especie para sustituirlos.

Plumas y más coloridos

Otra cosa de la que tampoco se habla en las cintas es que la gran mayoría de dinosaurios estaban cubiertos con plumas y eran bastante más coloridos (lo que les resta agresividad). También es el caso de los velociraptores, que en realidad tenían los brazos más largos y cubiertos de plumas.

Jack Horner, supervisor científico de 'Jurassic Park', defiende que cuando comenzaron las películas aún no se había avanzado lo suficiente sobre la teoría de las plumas.

Sobre el colorido, justifica que eran los machos los que tenían tonalidades más vivas y en las películas todos los ejemplares son hembras.

Sonidos como el de las aves, no rugidos

El aterrador rugido también es producto de la ciencia ficción. Los dinosaurios eran muy parecidos a las aves, por lo que hacías ruidos más similares a estas. Sin embargo, en las cintas se decantaron por un sonido más gutural de nuevo con la misma intención: que dieran más miedo.

No había dinosaurios voladores

El pterodáctilo es probablemente uno de los primeros nombres de dinosaurio que se nos viene a la cabeza. Sin embargo, ni el pterodáctilo es un dinosaurio ni había dinosaurios que volaran por los cielos.

Las especies que identificamos como dinosaurios alados son pterosaurios, que convivieron con ellos durante decenas de millones de años.

No tenían todos la sangre fría

Los científicos creían que los dinosaurios eran animales de sangre fría, al igual que los reptiles. Sin embargo, con el paso de los años, la comunidad científica terminó por convencerse de que tenían en realidad la sangre caliente. Hoy en día sigue siendo un tema de controversia.