Hasta prácticamente el último momento los operarios del Festival de Málaga no han empezado a montar la discreta logística sobre la que se asentará su vigésimo tercera edición, que se inaugurará este viernes tras ser aplazada el pasado marzo, a tres días de su apertura, por la irrupción del coronavirus y el decreto de Estado de Alarma. El equipo del certamen capitaneado por Juan Antonio Vigar, con un ojo puesto en las preocupantes cifras de nuevos contagios, decidió que a primera hora de la mañana de ayer, miércoles, era el momento de levantar en la plaza de la Constitución la estructura de la gran pantalla, la herramienta con la que la cita se acercará a los ciudadanos. Porque no, no habrá alfombra roja, se ha eliminado la faceta de evento social que tanto marca a nuestro festival. Aún así, sus responsables no quieren que los malagueños se sientan al margen de su celebración.

Se ha diseñado un formato de circunstancias, adaptado a la realidad higiénico-sanitaria fundamentales de estos días. La agenda off se ha caído casi por completo: no se desplegará la alfombra roja frente al Teatro Cervantes para que los y las fans del cine español desaten sus pasiones (una de las grandes señas de identidad de nuestra cita), pero sí se organizará un photocall en los salones del Gran Hotel Miramar, para que los equipos de las películas de la Sección Oficial y los diversos invitados participen en la fiesta del cine español. Además, por supuesto, se reducirá al 65% el aforo de las proyecciones y se implementarán las medidas pertinentes que ya son moneda común en las salas de exhibición y teatros de todo el país desde hace semanas.

Se han caído algunas películas (aunque se ha mantenido el 80% de la Sección Oficial, prueba del compromiso del sector con su amigo malagueño; también se han fichado otros títulos gracias a estas nuevas fechas de celebración, como 'Black beach' y la muy esperada 'Los europeos'). Y habrá ausencias, como las de Gael García Bernal (Premio Málaga) y Javier Fesser (Biznaga de Honor), pero continúa en pie el grueso de los homenajes y premios ya anunciados (Tatiana Hernández, Arturo Ripstein, Carlos Marques-Marcet, Kiti Mánver y Óscar Martínez). "Hasta ahora todo indica que habrá una notable afluencia de invitados. Y también de medios de comunicación. Todo el mundo considera que es muy importante que se celebre el Festival de Málaga", apuntó Vigar en la presentación de la remozada edición.

Quienes también vendrán serán los directores de los festivales cinematográficos más importantes del país: todos quieren ver cómo se harán las cosas en este reencuentro del sector audiovisual para tomar nota. San Sebastián y Venecia tomarán el testigo a Málaga en la lucha del sector cinematográfico por conquistar esta nueva normalidad.

'La boda de Rosa', dirigida por Icíar Bollaín y protagonizada por Candela Peña, será la película que inaugurará la Sección Oficial del Festival de Málaga. La historia de una mujer que ha dedicado su vida por entero al cuidado de los demás y que decide dar un volantazo y preguntarse qué es lo que realmente quiere para sí misma. Después se presentarán entre nosotros las nuevas películas de David Trueba ('A este lado del mundo'), Esteban Crespo ('Black beach'), Pilar Palomero ('Las niñas'), Víctor García León ('Los europeos') y Achero Mañas ('Un mundo normal'), entre muchas otras.