TENIS | MUTUA MADRID OPEN

Alcaraz tira de galones ante Seyboth Wild y avanza con oficio a la tercera ronda en Madrid

El murciano solventa sin brillo pero con autoridad su choque de segunda ronda (6-3 y 6-2 en una hora) y se cita el martes con el alemán Jan-Lennard Struff, al que batió en la final del año pasado

Daniel Gómez Alonso

Hay días en los que simplemente toca ganar, incluso para alguien que siempre busca enamorar y entretener a la gente con su juego como es Carlos Alcaraz. En un día gris como el cielo de Madrid, sin brillo, sin realmente hacer nada especial pero con el mínimo desgaste, Carlos Alcaraz solventó con facilidad su choque ante el brasileño Seyboth Wild y se citó en tercera ronda con el alemán Jan-Lennard Struff, al que ya batió en la final del año pasado. Los buenos son aquellos que ganan hasta cuando no tienen el mejor día, y Alcaraz, que siempre lo remarca, es uno de ellos.

No debe de ser fácil para alguien acostumbrado a mandar siempre asumir que hay momentos que toca remangarse. "Hay que tener mucha paciencia", le decía Juan Cuarlos Ferrero a su pupilo, que miraba y miraba hacía el banquillo en los primeros juegos. De inicio incómodo, sin poder dominar ante un jugador que es un todo o nada constante, al de El Palmar le costó entrar en el ritmo del partido, pero cuando lo hizo puso la directa para seguir creciendo y sumando horas de juego de cara a su particular contrarreloj hacia Roland Garros.

Lejos de ser un partido para florituras ni para lucirse, era el día para para aprovechar oportunidades. Y eso hizo mediado el primer set, al subir un puntito de intensidad mediado el set, y Seyboth Wild, conocido en el circuito por ser capaz de pasar de lo mejor a lo peor en minutos, fundió a negro y entró en un túnel del que ya no pudo salir en todo el partido.

Decía Andrés Gimeno que el séptimo juego, el impás de mediado de set, era el juego idóneo para romper el saque del rival. Quién sabe si Alcaraz piensa lo mismo o no, pero lo cierto es que fue justamente en ese septimo juego cuando viró un partido que empezó amenazando con complicarse y que, una vez que quebró la resistencia del brasileño por primera vez, se tornó en todo lo contrario.

En cuanto se puso abajo, Seyboth Wild dimitió. Lo golpes kamikazes que hasta ese momento entraban desaparecieron y apenas pudo sumar tres de juegos más en todo lo que restaba de partido, cuando ya iba 5-0 abajo en el segundo set y Alcaraz, en un intento por dar un poco de divertimento a la grada, perdió por un momento el patrón de su juego y permitió al brasileño marcharse de Madrid sin encajar un rosco. 

"Me he encontrado muy cómodo, pero cerrar los partidos nunca es sencillo, llevaba tiempo sin sentir esos nervios y me ha costado un poco gestionarlos. Contento de haberlo sacado adelante y tener otra oportunidad en una nueva ronda", reconoció tras acabar el choque el murciano, que se mostró contento de no haber sentido molestias en su antebrazo por segundo partido consecutivo.

"Hoy también tenía un poco de nervios de a ver como iba a ser, él pega muy duro a la bola. Hoy ha sido la prueba de fuego y no he tenido ninguna molestia, sintiéndome espectacular. A partir de hoy vamos a ir para arriba", concluyó.