El dulce es un placer para muchos y en ocasiones pecamos de consumirlo en exceso. El azúcar suele ser el ingrediente base de este tipo de alimentos, y está además muy presente en nuestra dieta. No obstante, su consumo y exceso no es aconsejable si nuestro objetivo es lograr una dieta equilibrada que beneficie nuestra salud.

En especial hablamos del azúcar blanco refinado, que está compuesto por hidratos de carbono simple, que sólo ofrecen calorías vacías al organismo sin brindarnos vitaminas, minerales, fibra ni demás. Por ello, desde una perspectiva nutricional, conviene reducirlo de nuestra dieta, sin consumir más de 30 gramos de azúcar al día (equivalente a 6 cucharaditas diarias).

Estos son algunos de los consejos que te brindamos para reducir estas cantidades exorbitantes de azúcar que solemos ingerir.

Evita las bebidas azucaradas

Cuando compramos este tipo de bebidas, apenas le damos vueltas a la cantidad de azúcar que pueden contener. Además de aportarnos una considerable cantidad de calorías, su contenido en azúcar es increíble. Esto, más allá de estar significativamente relacionado con el aumento de peso y la obesidad, es perjudicial para la salud por otros motivos.

Beber grandes cantidades de bebidas azucaradas puede aumentar el riesgo de desarrollar diabetes, además de enfermedades cardiacas y gota. La salud no es un aspecto que deba tomarse a la ligera, por tanto intenta evitar este tipo de bebidas en la máxima medida posible.

No utilizar azúcar blanco refinado de mesa

Una buena alternativa puede ser la de sustituirlo por otra variedad, el azúcar moreno. El azúcar blanco refinado no contiene apenas vitaminas y minerales, y su abuso puede provocar descalcificación ósea.

Frente a esto tenemos el azúcar moreno o integral. Al no haber sido refinado, conserva todos sus nutrientes y posee muchas sales minerales que ayudan a alcalinizar nuestro PH. No obstante, debemos tener cuidado, ya que en ocasiones el mercado nos ofrece azúcar blanco bañado en melaza de caña para que tome ese color moreno.

Salsas

Las salsas y aderezos son una gran fuente de azúcar y quizá, son alimentos que no imaginábamos que debemos reducir si queremos lograr una dieta equilibrada. Las salsas de tomate, salsa rosa para la pasta, salsa para pasta de verduras, kétchup, aderezo de ensalada francesa o aderezo italiano son algunos de los ejemplos que contienen grandes cantidades de este producto.

Lo mejor en estos casos es evitar las opciones comerciales y reemplazarlas por salsas y aderezos caseros, que sin duda cuidarán más la salud de nuestro organismo y contendrán cantidades más pequeñas de azúcares añadidos.

Evita los precocinados

Los alimentos precocinados son un gran recurso para aquellas personas con una jornada laboral larga que les deja poco tiempo para las tareas del hogar, entre ellas cocinar. Sin embargo, el consumidor no suele conocer la cantidad exacta de los ingredientes utilizados. Además, suelen ser platos muy condimentados que poseen un porcentaje muy alto de sal, grasas saturadas y azúcares. Todos estos ingredientes son muy perjudiciales para la salud, por lo que no debemos abusar de esos productos y conviene leer la etiqueta de los alimentos.

Evita la bollería, pastelería o repostería

Que los productos de bollería o repostería tienen mucho azúcar no es nada nuevo. Sin embargo, cuando pensamos en azúcar solo lo asociamos con cosas dulces. Lo cierto es que también está presente en la bollería industrial salada.

Además, este tipo de productos son realmente adictivos. La gran cantidad de grasa y azúcares hacen que la bollería industrial sea algo que difícilmente nos sacia. Por tanto, aunque el consumo puntual de bollería industrial no es dañino, jamás debemos abusar de ella, porque puede contribuir al desarrollo de enfermedades como diabetes, ateroesclerosis o enfermedades inflamatorias.