Tan rica y melosa que os va a enamorar desde el primer bocado. La jugosidad que le aporta la fruta fresca horneada con canela, a la que añadimos arándanos y piñones resulta irresistible. De los postres más sencillos y exitosos que podéis elaborar en casa, con ingredientes fáciles de conseguir y resultado diez. Os pedirán la receta todos y todas quienes que la prueben, ya veréis.

INGREDIENTES

115 g. de mantequilla reblandecida, 150 g. de azúcar, 3 huevos L, 1 cucharada de postre de vainilla líquida, 1 cucharada de postre de canela molida, pizca de jengibre molida, 125 g. de harina para repostería, 8 g. de levadura en polvo, 4 peras grandecitas, 30 g. de piñones, 30 g. de arándanos deshidratadas, 1 cucharadas sopera de azúcar moreno y un poquito más de canela molida para espolvorear las peras.

ELABORACIÓN

-Batimos la mantequilla reblandecida junto con el azúcar 3 o 4 minutos con unas varillas eléctricas, hasta obtener una pasta blanquecina.

-Bajamos la velocidad de batido y añadimos los huevos, uno a uno, batiendo hasta que se integren.

-Añadimos la vainilla líquida, el jengibre molido y la canela en polvo. Batimos hasta integrar.

-Tamizamos la harina junto con la levadura en polvo y los añadimos al bol, mezclando hasta obtener una masa con todos los ingredientes bien integrados.

-Vertemos dicha masa en un molde redondo desmontable, engrasado y forrado con papel vegetal. Alisamos la superficie y encima ponemos las peras sin piel troceadas.

-Repartimos los arándanos deshidratados y los piñones por toda la superficie.

-Espolvoreamos con un poco de azúcar moreno y metemos al horno precalentado a 180 grados, horneando a esta temperatura hasta que se vea doradito el pastel, unos 40 minutos.

-Retiramos del horno, dejamos que el pastel se temple dentro de su molde y luego, desmoldamos y servimos templado o frío.