Ideales para un aperitivo festivo. Elaboradas con queso de sabor intenso. Especiadas con pimienta y romero fresco. Acompañadas de nueces y uvas o con un hilito de miel de romero, resultan un bocado difícil de olvidar. Lo mejor de todo, su especial sabor y la seguridad de que no pueden comprarse porque su elaboración es casera.

INGREDIENTES

195 g. de mantequilla a temperatura ambiente, 250 g. de queso azul o roquefort, 1 huevo grande, 250 g. de harina de trigo, 2 ramitas de romero fresco, un poquito de sal y pimienta negra molida.

ELABORACIÓN

  1. Trabajamos la mantequilla reblandecida con unas varillas eléctricas un par de minutos hasta que blanquee.
  2. Añadimos el queso azul (o roquefort) troceado y seguimos trabajando con las varillas eléctricas hasta que se amalgame bien con la mantequilla.
  3. Añadimos el huevo y batimos hasta que se integre.
  4. Añadimos las hojas de romero fresco cortadas en trocitos y mezclamos para que se repartan por toda la masa.
  5. Agregamos la harina poco a poco y mezclamos hasta obtener una masa con todos los ingredientes bien integrados.
  6. Tapamos la bola de masa con film y dejamos que repose en frío durante 2 - 3 horas (debe estar bien fría para que tome cuerpo)
  7. Retomamos la bola de masa y la cortamos en trozos ( es preferible tener en la nevera la masa con la que no estemos trabajando para que no pierda frío y se vuelva excesivamente pegajosa y difícil de trabajar ).
  8. Estiramos las porciones de masa colocadas entre dos trozos de papel vegetal con un rodillo dejándolas de un grosor aproximado a 3 - 4 milímetros.
  9. Damos forma a las galletas de queso con el cortador elegido y las vamos colocando sobre 2 bandejas de horno con papel vegetal, separadas entre sí. ( Del tamaño que se ve en las fotos salen 21 galletas de queso ).
  10. Espolvoreamos la superficie de las galletas con un poquito de sal en escamas ( o sal gruesa ) y pimienta negra molida.
  11. Metemos al horno precalentado a 180 grados ( calor arriba y abajo sin ventilador ) y horneamos durante 12- 14 minutos, hasta que tomen ligero color dorado.
  12. Retiramos del horno y dejamos que se enfríen del todo en una rejilla metálica antes de guardarlas en recipiente hermético.