Desde el pasado 31 de mayo, día de su inauguración, la sumiller, bartender, analista sensorial y catadora profesional de pisco Isabel María Gil Camacho -con una gran preparación en Londres, Madrid, Barcelona o Valencia- rinde, con la ayuda de su hijo Alejandro García García Gil y con la neotaberna Líquido Elemento, un homenaje al mundo de la coctelería para maridar su amplia oferta de originales tapas creativas y exclusivas y su cocina más elaborada a partir de productos de mercado.

Accedemos a la neotaberna tras subir unas escaleras a cuyo lado encontramos una pequeña terraza con una mesa y dos modernos sillones de diseño. En el interior del local, con una cuidada y moderna decoración, encontramos tres barras: la principal, en forma de ´L´, y dos barras contra la pared con taburetes, además del pequeño salón con seis mesas y un gran sillón corrido color mostaza con capacidad para una docena de comensales. Originales lámparas de vidrio soplado completan la decoración del atractivo local, que también cuenta con una gran terraza cubierta en la Plaza de San Juan con siete mesas y capacidad para 25 comensales. Una suave música de blues, jazz o soul acompañará nuestras comidas o cenas en el interior del local.

Tapas creativas

Nada más llegar, nos ofrecerán una degustación de tres aceites mientras nos ofrecen la carta de Líquido Elemento, donde encontraremos una gran variedad de creativas tapas y platos más elaborados a partir de producto de mercado a precios más que ajustados: desde sus empanadillas de atún, pollo o ternera; sus pupietas de salmón ahumado, y sus tablas de queso, hasta sus croquetas de boletus y parmesano. En el apartado tostas preparan las de sardina -de elaboración casera-, con base de salmorejo, de sardina y guacamole; de salmón y boquerones; sus originales ´Zapatillas para correr muy rápido´, o sus pinchos de ´Beso de fresa´ o de solomillo con cebolla caramelizada. También preparan flores de calabacín, mini hamburguesas de waug, calabacín relleno, chipirón americano, canelones de carrillera con bechamel de gorgonzola y platos más potentes, como son su ´Anatomía de lubina´ -macerada y separada de la espina-, la ensalada de lombarda con quinoa -servida en la propia hoja-, el picantón al limón (pollo de menos de un kilo criado en libertad), sus fish & chips y los solomillos ´Líquido Elemento´ o a la plancha con salsa de pimienta.

Cada día elaboran un guiso de cuchara, por seis euros el plato, como fabes asturianas, estofado de ternera, merluza con almejas o marmitaco. Y fuera de la carta, a diario ofrecen diferentes sugerencias como puede ser la crujiente de morcilla de Burgos con queso manchego Dehesa de Los Llanos o el pesto de pistacho con albahaca, anchoa triple cero, pera y queso Idiazabal.

Entre sus postres cuentan con tiramisú de sabores, panacota de chocolate blanco, cucharita con trufa japonesa o pan de higo con una copa de vino dulce.

En el apartado coctelería, preparan cócteles personalizados según el gusto de cada cliente, así como los sorprendentes de melón, sandía o de jínjoles. También elaboran tres tipos de cócteles con base de café. Y, por supuesto, cócteles con pisco (un alcohol peruano del que existen ocho variedades) y más de una veintena de cócteles tradicionales con o sin alcohol.

Para octubre tienen previsto elaborar una cena temática de cocina peruana y pisco con el catador de pisco Carlos Oblitas.