Históricamente se creía que el nombre de Espinardo procedía del apellido Espinardo, de una familia de mercaderes genoveses radicados en la población durante la Edad Media, hasta que cuatro alumnas de ESO (Nerea Vila, Raquel Nicolás, Julia Castro y María Manchón) realizaron un estudio etimológico con el que descubrieron que el nombre Espinardo es como los romanos llamaban (en latín vulgar) a una planta, la salsola vermiculata, muy abundante por la zona, y que los romanos utilizaban para extraer la sosa para hacer jabón.

Y es con el nombre de Salsola con el que el joven hostelero Víctor Ros Fernández ha querido rendir homenaje a Espinardo en su nuevo restaurante, que ocupa el local del antiguo restaurante Paco del Alfonso X, frente al tanatorio de Jesús. Un espacioso y moderno restaurante asador donde podemos disfrutar de una cocina tradicional, con platos de autor, y con especial dedicación a las brasas.

Víctor Ros, que hace apenas cinco meses, junto a su mujer Sandra, fue padre de Jimena, cuenta con la ayuda del cocinero asturiano Fernando Domínguez.

El amplísimo espacio gastronómico de Salsola luce una elegante decoración donde destaca el color gris de sus cortinas y los blancos manteles de sus mesas, con sillas de madera y una espectacular fotografía con una inédita vista de la fachada principal de la catedral de Murcia. Cuentan con capacidad para unos 80 comensales entre su salón y sus dos reservados, además de una espectacular terraza, con césped artificial, de 133 metros cuadrados.

MENÚ DIARIO POR 15 EUROS

Además de una amplísima carta, que pretenden variar dos veces al año, después de las fiestas navideñas van a incluir un menú diario por 15 euros que contará con un entrante, primero y segundo plato, además de postre y bebida incluida. También cuentan con un menú degustación, por 25 euros, con una selección de los cuatro platos más aplaudidos de su carta.

La carta de Salsola incluye una amplia oferta de tapas, pinchos fríos y calientes, siete tipos de montaditos, seis diferentes clases de ensaladas y, entre sus mariscos, encontramos almejas, coquinas, mejillones, zamburiñas, quisquilla, gamba roja y blanca y cigalas.

Como entrantes para compartir ofrecen bacalao encebollado; croquetas de jamón o sepia; delicias de langostino con queso brie y calabacín; chorizo a la sidra; alcachofa sobre cremoso de parmesano y velo de tocino; calamar a la plancha, andaluza o salsa verde; carpaccio de gamba; gambas al ajillo; coca de atún rojo kimuchi; camembert a la brasa con crema de boniato; cecina; chapinas de cordero con salsa de ostras y simeji; tablas de jamón ibérico y quesos; verduras a la plancha, y su especial pulpo confitado (terminado a la brasa) con cremoso de ajo.

Entre sus platos estrella encontramos su 'Caballito Salsola', en el que sustituyen la masa tradicional por una crujiente pasta brick. Elaboran también arroces tan especiales como el de foie y setas, de bacalao y brócoli, de boletus y pluma, de marisco, a banda, arroz y bogavante y caldero de Cabo de Palos. Además, todos los días elaboran guisos (por 6 euros) como guiso de costillejas, guiso marinero, potaje con bacalao, lentejas con verduras o marmitaco de atún, entre otros.

Pescados como dorada, lubina, rodaballo o gallo pedro y carnes como el cabrito frito, carrillera, costillar de cerdo, pluma ibérica, entrecot de ternera asturiana, solomillo y chuletón de vaca vieja completan una carta que cuenta con una amplia variedad de vinos y, entre sus postres, destacamos su rotunda cuajada de Espinardo.